El día de ayer finalmente se llevó a cabo uno de los “últimos juicios” de la era nazi. La mecanógrafa Irmgard Furchner, de 97 años, fue condenada a una pena de prisión suspendida de dos años por la complicidad en el asesinato de más de 10 mil 500 personas. La mujer trabajó durante su adolescencia en el campo de concentración de Stutthof, en la Polonia ocupada por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Desde junio de 1943 hasta abril de 1942 fue secretaria para el comandante del lugar. También sabemos que es una de las pocas mujeres que fue juzgada por crímenes nazi en décadas. Aunque la defensa apuntó que ella era solo una trabajadora civil, el juez sí consideró que estaba al tanto de lo que sucedía en el terrorífico sitio.
Este fue el infierno que se vivió en Stutthof
El campo de concentración en Stutthof estaba ubicado cerca de la actual ciudad polaca de Gdansk, y se sabe que las medidas que se utilizaron para terminar con la vida de los prisioneros fueron dolorosas torturas que ahora son consideradas como situaciones inhumanas que llevaron a los prisioneros a cometer canibalismo para poder sobrevivir. Medios locales narran que la sangrienta y trágica escena era un verdadero “espectáculo de tortura” lleno de sadismo. Los encarcelados eran asesinados, principalmente con inyecciones letales y cámaras de gas, pero había guardias que abusaban de su cargo y poder que utilizaban los peores métodos de homicidio para matarlos. Los arrojaban directamente a las cercas eléctricas o les echaban a los perros.
Recordemos que las mencionadas autoridades que cometían, recurrentemente, estos atroces crímenes de guerra, eran parte de una organización paramilitar, policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio de Adolf Hitler y del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, era conocida como “Schutzstaffel” y abreviada como las SS. Los registros apuntan que los hombres y mujeres que conformaban dicha estructura, eran los principales autores de la violencia en los campos de concentración nazi. Aunque eso no justifica que los demás funcionarios que laboraban en el lugar hayan quedado exentos de participación, como fue el caso de Irmgard Furchner.
Estos fueron solo algunos de los horribles detalles que se revelaron de las terribles condiciones a las que se expusieron a los prisioneros judíos, polacos no judíos y soldados soviéticos capturados. Sabemos que durante el juicio de la mecanógrafa se presentaron varios sobrevivientes del campo Stutthof, quienes narraron cómo los guardias nazi brutalizaron a las decenas de miles de reclusos que albergaban allí. Uno de los sobrevivientes del Holocausto detalló como los prisioneros, hambrientos por las condiciones inhumanas en las que se encontraban, tuvieron que recurrir al canibalismo para poder sobrevivir. A su vez otro más explicaba que los hombres de las SS, se disfrazaban con uniformes de médicos y les disparaban en el cuello a los presos.