Felicia Morales: La cooperación es la clave para el desarrollo

Redaccion El Tequeno

Durante 28 años, Felicia Morales una mujer de carrera, se dedicó a las relaciones diplomáticas de Venezuela ante otros actores internacionales. Coordinó y planificó proyectos bilaterales que enriquecieron tanto a Venezuela como a sus demás colaboradores.

Licenciada en estudios internacionales y graduada de la Universidad Central de Venezuela UCV, con una maestría en Derecho Internacional Económico y de la Integración, Morales ofrece un panorama reflexivo sobre los proyectos que se llevaron acabo durante su gestión, además de su perspectiva con respecto al escenario actual en el ámbito de las relaciones internacionales venezolanas.

«Vivimos en un mundo cada vez más cercano, gracias a las comunicaciones. Todos los países funcionan mejor cuando trabajan en colaboración, pues es como en la teoría de los juegos, ganar-ganar, ya que de esta manera te das a conocer en tus fortalezas y obtienes las posibilidades de disminuir las debilidades.» comenta Morales, mientras sonríe.

Para ella, el trabajo en conjunto de colaboración es de suma importancia tanto para el desarrollo como para el avance en todos los ámbitos de un país, pues desde su experiencia, cuenta que ha sido en estos casos cuando más beneficiada se ha visto Venezuela como nación. 

«Identificar un solo proyecto en el que Venezuela haya crecido, va a ser difícil, ya que nos encargábamos de ejecutar varios a la vez.» dice ella. Sin embargo, nos contó de algunos en los que ella participó y más impacto le causó.

El primero que se le vino a la mente fue uno en el que su equipo de la Oficina Central de la Coordinación y Planificación (CORDIPLAN), en aquel entonces y Ministerio de Planificación y Desarrollo en la actualidad, trabajaron junto con la Unión Europea. «Los pescadores de la Isla de Coche» dijo de repente, antes de comenzar a contar, como con este proyecto ayudaron a dichos pescadores a desarrollar nuevas técnicas de pesca, nuevas técnicas más eficientes para el mantenimiento de su botes, así como la donación de equipo para refrigerar y mantener sus cosechas del día. Para ella fue un proyecto importante, ya que cuenta que ayudó a mejorar mucho la calidad de vida de aquellos pescadores, que según dice, no estaban en las mejores condiciones y solían ser olvidados.

Así mismo, mencionó otros proyecto que realizó junto con el mismo equipo, donde trabajaron con Japón en materia de protección, conservación y recuperación ambiental, dirigido varios parques nacionales, dentro de las cuales, ella participó en una misión orientada hacia al Parque Nacional El Ávila.

«Mientras estuve en el CONICIT, tuvimos varios proyectos junto con Brasil, en el que intercambiamos personal y profesionales, con los que pudimos aprender mucho en materia agrícola» dice Felicia. «Ellos manejaban muy buenas técnicas y nos ayudaron a mejorar el tamaño del ajo criollo, pues era muy pequeño. Gracias a la cooperación se mejoró la especie por una un poco más grande» complementó. Además, comentó que también aportaron conocimientos para mejorar el grano de maíz venezolano. Por otro lado, recordó como con asesoría de Filipinas, un equipo de investigación venezolano, logró crear un grano de arroz más largo y de mejor calidad.

«En el CONICIT, pude apreciar y colaborar en el desarrollo tecnológico y científico del país, pues como sus siglas lo dicen, era el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, hoy reemplazado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología» dice ella, mientras recuerda lo interesante que fue toda aquella experiencia. Sin embargo, comenta luego que lo que más le entusiasmó fue su período en CORDIPLAN, ya que «se podía apreciar mucho más el impacto de los proyectos, pues trabajábamos con todas las instituciones del Estado» por lo que se sentía con mayor fuerza y aporte en sus proyectos. En el primero estuvo trabajando entre el 80 y el 88. Mientras que en último estuvo entre los años 90 y principios del 2000, siendo jubilada de éste en el 2004.

Para Morales, quien pudo viajar por todo el continente suramericano y algunos otros países, cuenta que de las mejores experiencia que tuvo al asistir a encuentros y reuniones fuera de Venezuela, fue en las dos oportunidades que tuvo de ir a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, ya que ahí puedo encontrarse con personas tanto de todo el continente americano como de muchos otros países. «Al estar ahí, pude conocer a todas estas personas, por lo que elaborar proyectos para nuestro crecimiento era mucho más fácil, pues al conversar con todos estos representantes, puedes ver que muchos como países, pasamos por experiencias parecidas por ello era más fácil conectar y crear los enlaces necesarios para que surgieran acuerdos provechosos» dijo ella mientras sonría al recordar.

Explica también que en este tipo de encuentros se buscaba mucho la ayuda de países más desarrollados, para que junto con su asesoría y experticia, Venezuela pudiera maximizar el alcance de su potencial. Sin embargo, esto no siempre era tarea fácil, pues como afirma Morales, muchos países desarrollados no consideraban necesario ayudar a Venezuela, ya que creían en un principio que al ser un país petrolero y con abundantes riquezas, realmente no apto para recibir recursos adicionales.

«Tuvimos que recurrir a la estrategia de demostrarles, que aunque éramos ricos, necesitábamos de sus asesoramiento y experiencia para bien encaminar y explotar correctamente nuestros recursos» aseveró Morales. «Les demostramos que Venezuela era un buen aliado, pues podía también asumir responsabilidades financieras en los proyectos» aseguró Felicia, dando a entender que esto era algo que muchos otros países no podían ofrecer.

Con las Naciones Unidas se lograron varios proyectos en materia de educación y protección de los derechos de niños, niñas y adolescente, así como de las mujeres. Mientras que con la Organización de Estados Americanos, OEA por sus siglas, se lograron avances en materia de salud, así como desarrollo de vacunas y nuevas técnicas para diagnostico de enfermedades tropicales y endémicas.

Fortalecer limitaciones y aprender mediante de la experticia de países más avanzado, fue la clave del avance y el crecimiento para Venezuela. » Se lograron muchas cosas que nosotros solos no hubiéramos podido hacer» sentenció Morales.

Otra de las reuniones que para Morales, marcó una pauta en el desarrollo de las relaciones internacionales venezolanas, fue cuando le tocó ir a la segunda reunión en Argentina del Programa sobre Cooperación entre Países en Desarrollo. Esta estuvo orientada a la capacitación y formación tanto para los profesionales de coordinación y planificación, como para profesionales de diversas ramas. «Esto motivó bastante la colaboración intrarregional entre varios otros países suramericanos» argumentó Felicia, «la Agencia de Coordinación y Planificación de Argentina se encargó coordinar estos eventos y subproyectos, pues fueron los que tuvieron la iniciativa del programa» agregó. Así mismo, comentó que la agencia de cooperación brasileña tuvo una iniciativa parecida, en la que dictaban cursos en otros países, para la mejoría de las técnicas y manejos de recursos en cooperación.

«Había una relación muy cercana que promovía un desarrollo más igual entre los países más grandes y desarrollados que incluían en su crecimiento a países más pequeños como los del Caribe y Centro América» dijo Morales.

Para ella, el panorama de las relaciones internacionales venezolanas en el que ella se manejó es bastante diferente al que se encuentra actualmente. «Aunque anteriormente también existía un viso político en las relaciones internacionales, este no era el móvil de ellas, sino la búsqueda de la cooperación y la contribución al desarrollo del país. Eso era lo que imperaba» comentó.

«Actualmente no se habla, no se conoce, no se difunde aquellos proyectos en los que se trabajaron para que Venezuela avanzara, por esto muchas personas que han crecido en los últimos 20 años no saben nada al respecto» aseguró Morales, a quien le preocupa la desinformación que presenta la población más joven con respecto a estos temas.

«Antes nuestro método de coordinación consistía en el intercambio de personal, de conocimiento y de tecnología, mientras que ahora se implementa un modelo de intercambio de petróleo por servicios» dijo Morales, asegurando que este método no beneficia para nada a Venezuela, pues no hay un aporte real, ya que ella considera que lo que el país necesita es capacitar a sus propios profesionales, antes que sólo permitir el ingreso de personal extranjero sin que haya una verdadera retroalimentación entre ambos países.

Un ejemplo de esto, es el de el importe de médicos cubanos, pues como comenta Felicia, estos en lugar de aporta conocimientos en avances e investigaciones en el área de la medicina, sólo fueron traídos para que laboraran en territorio Venezolano. Por otro lado, están las empresas chinas, que desarrollan varias áreas de explotación de recursos e investigaciones en Venezuela, quienes en vez de cooperar con trabajadores venezolanos, traen a los suyos desde su país de origen.

Para Morales, esta no es la verdadera coordinación que debería desarrollarse entre las relaciones de los países. «De esta manera no hay un real crecimiento y sólo se beneficia una parte» aseveró ella, agregando que «ese no el tipo de relación que necesita un país en vías de desarrollo para maximizar su potencial».

«Tuve la oportunidad de obtener el cargo de Directora de Seguimiento de Programa de Cooperación Técnica Internacional, un título muy largo» comentó entre risas. «En aquel entonces, todavía tomaban en cuenta la meritocracia, sin embargo, durante mis últimos años de carrera, me tocó ver como poco a poco con la llegada del actual régimen, la ideología política le fue sustituyendo» dijo ella.

«Al principio tomaban en cuenta las iniciativas de proyectos, pero con el tiempo ya ni se molestaban en revisarlos» agregó Morales, haciendo referencia a los primeros años del régimen mientras ella continuaba son sus funciones en el antiguo CORDIPLAN. «Llegaron a trabar cualquier iniciativa de proyecto que no viniera de algún fiel seguidor ideológico, pues nos consideraban al resto como una amenaza, cosa que no era así, pues muchos proyectos buscaban integrar ambas corrientes políticas» dijo Morales seriamente.

Aunque ella reconoce que desde hace varios años no ha tenido gran contacto con quienes todavía se mantienen activos en el Ministerio, aclara que con aquellos pocos que todavía contacta, ve que muchos tienen miedo de no hacer lo que se espera de ellos según la posición que impera en el Ejecutivo Nacional. Por lo que, o se quedan simplemente sin aportar ,o se concentran en ascender mediante conexiones y no con trabajo arduo.

«Es lamentable ver como el ambiente en el que trabajé por muchos años se ha transformado y hoy día queda poco de lo que se construyó durante más de una década» sentenció Morales.


Carmen Laucho

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