El féretro con los restos de Isabel II es llevado desde el Salón de Westminster, la parte más antigua del Parlamento británico (Londres), hacia la cercana Abadía de Westminster, donde se celebrará el funeral de Estado.
El ataúd ha sido colocado sobre una cureña de la Royal Navy de 1901, tirada con cuerdas por más de cien marineros de la Marina (Royal Navy), mientras que por detrás caminan el rey Carlos III y sus tres hermanos, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo, así como los príncipes Guillermo y Enrique, nietos de Isabel II.
Mientras avanza la procesión, miembros de regimientos escoceses e irlandeses tocan gaitas, y a ambos lados del recorrido hay miembros de la Marina, en una colorida ceremonia marcada por la pompa y la solemnidad.