El fiscal jefe de Bulgaria, Ivan Geshev, ha salido ileso de la explosión este lunes de un artefacto al paso de su coche oficial, en la que no se han registrado heridos y que el Gobierno califica simplemente de «incidente», aunque varios medios citan fuentes propias que señalan que se ha tratado de un atentado.
«Hoy a las 11.45 (hora local, 08.45 GMT) se produjo un incidente con el fiscal jefe en la carretera entre Samokov y la aldea Kovachevtsi, en dirección hacia Sofía. En este incidente no resultaron heridos ni el fiscal jefe, ni el equipo acompañante, ni ningún otro ciudadano», se limitó a informar el secretario general del Ministerio del Interior, Petar Todorov.
Todorov afirmó que «las amenazas contra la vida y la salud de cualquier persona son absolutamente inaceptables» y que el Gobierno tomará medidas rotundas.
Varios medios, incluida la radio pública BNR, habían informado previamente de que un artefacto había explotado al paso del vehículo del fiscal, y que un guardaespaldas había resultado herido en la deflagración.
Todorov se negó a contestar las preguntas de los periodistas y sólo añadió que se ha movilizado a los servicios de seguridad y que se dará más información tras consultar con ellos.
Según la emisora privada bTV, la explosión tuvo lugar a unos cinco metros de uno de los coches blindados que forman parte del convoy en el que viaja Geshev.
La policía ha cerrado al tráfico la carretera de Sofía hacia Samokov, a unos 40 kilómetros de la capital, y se está sometiendo a registros a todos los coches que viajan hacia Sofía desde esa localidad.
Geshev ha sido acusado en el pasado de no haber actuado contra las prácticas corruptas que se atribuyen al GERB, el partido que dominó la política búlgara la última década, y a oligarcas cercanos a esa formación que controlan importantes sectores de la economía.
EFE