El gobierno de Joe Biden decidió flexibilizar las sanciones impuestas a Venezuela, a pesar de no reconocer la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro. Esta decisión se enmarca en un acuerdo de hoja de ruta electoral entre la oposición y representantes del gobierno venezolano, firmado en Barbados el pasado 17 de noviembre.
Tras siete largos años de sanciones que han afectado profundamente al país se firmó un acuerdo que busca aliviar estas restricciones, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones impuestas por los Estados Unidos para las elecciones presidenciales de 2024. Uno de los principales requisitos será la observación internacional y la participación de los candidatos opositores actualmente inhabilitados por la Contralaría General de la República.
El impacto de las sanciones ha sido objeto de controversia y debate en Venezuela ya que parte de la oposición considera que son medidas necesarias para forzar la salida del presidente Maduro, pero según diversas encuestas, 80% de la población considera que son contraproducentes y han empeorado la crisis humanitaria que vive el país.
Una Esperanza para Venezuela
La Licencia 44, emitida el 18 de noviembre, por la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro americano, permite a la estatal petrolera Pdvsa y a sus empresas relacionadas, tanto públicas como privadas, reactivar sus operaciones en el sector de petróleo y gas durante los próximos seis meses. Esto representa un avance significativo para un país que ha visto su producción y exportación de hidrocarburos fuertemente mermada tras la imposición de las sanciones en 2017.
La Licencia 44 otorga una serie de autorizaciones que tienen un potencial impacto positivo en la economía y la sociedad venezolana. Entre estas autorizaciones se encuentran la producción, venta y exportación de petróleo y gas venezolanos, así como la posibilidad de suministrar productos y servicios relacionados con este sector. Además, se autoriza el pago de facturas vinculadas a las operaciones petroleras y gasíferas, lo que puede facilitar la normalización de las operaciones.
Una de las ventajas significativas de esta licencia es que permite recibir nuevas inversiones nacionales e internacionales en el sector de hidrocarburos. Esto podría dinamizar la economía venezolana en el mediano plazo, creando fuentes de empleo y generando ingresos para la nación.
Sin embargo, es importante destacar que la Licencia 44 también impone restricciones. No se permiten transacciones que involucren instituciones financieras previamente sancionadas, como algunos bancos estatales, con la excepción del Banco Central y el Banco de Venezuela.
Además, se prohíbe que el gobierno venezolano y sus entidades relacionadas reciban financiamiento, dividendos o regalías por la producción y exportación de petróleo y gas. También se veta el uso del criptoactivo nacional, el petro, como medio de pago internacional y cualquier transacción con papeles de deuda soberana y deuda de Pdvsa que no hayan sido aprobadas previamente por el gobierno de los Estados Unidos.
Uno de los aspectos más críticos es que la Licencia 44 no desbloquea los activos venezolanos congelados en el extranjero que ascienden a más de 30 mil millones de dólares. Estos activos son vitales para enfrentar la grave crisis económica y social que afecta Venezuela y su liberación podría marcar un cambio significativo en la situación que vive el país.
Impacto económico y social de la flexibilización de sanciones
Si bien la Licencia 44 representa un paso positivo hacia la recuperación económica del nuestra golpeada patria es importante destacar que aún es insuficiente para abordar de manera integral la crisis que enfrenta el país. Las restricciones que permanecen en vigor limitan la capacidad del gobierno para beneficiarse directamente de la explotación de los recursos naturales, lo que dificulta incrementar sustancialmente los salarios, pensiones y bonificaciones, la mejora de los servicios públicos y la atención de las necesidades básicas de la mayoría de la ciudadanía.
Además, el gobierno nacional aún no puede acceder a fuentes de financiamiento ni negociar la deuda externa, lo que limita su capacidad para obtener crédito en instituciones multilaterales y acceder a los naturales derechos de giro del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Además, la Banca Privada Internacional sigue siendo reticente a realizar transacciones con Venezuela por temor a ser sancionada.
A pesar de estas limitaciones, la emisión de la Licencia 44 es un paso en la dirección correcta y ofrece la posibilidad de revitalizar el sector petrolero, lo que podría tener un impacto positivo en el sector privado involucrado en la industria de hidrocarburos, tanto nacional como extranjero, que pueden beneficiarse de esta flexibilización de sanciones, generando empleo e ingresos a mediano plazo.
Además de la Licencia 44, el mismo 18 de noviembre fueron emitidas las licencias 3I, 5M, 9H, 43 y 45. Las tres primeras permiten las transacciones con bonos, acciones, notas promisorias y títulos de Pdvsa que hayan sido previamente autorizados por la Ofac. La Licencia 43, libera las actividades ferromineras y mineras de la Corporación Venezolana de Guayana y Minerven y la Licencia 45 autoriza vuelos de repatriación de migrantes a la aerolínea estatal Conviasa.
Es necesario seguir trabajando en el levantamiento de las sanciones generales que continúan afectando al país. Más que el gobierno y los políticos, los venezolanos hemos sufrido las consecuencias de estas sanciones que han impactado directamente el nivel económico de las mayorías.
Pocos días después de la flexibilización de las sanciones el secretario del Departamento de Estado americano, Antony Blinken, así como el asesor del presidente Joe Biden para asuntos de América Latina, Juan González, advirtieron que si no son habilitados políticamente los candidatos opositores para las elecciones presidenciales, así como si no se liberan presos políticos, las Licencias emitidas serán rescindidas el próximo mes de noviembre, por lo que todavía resulta muy incierto el panorama económico del país.
Oscar Doval | @OscarDoval_***
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