Francia condenó este miércoles «firmemente» la expulsión de 34 de sus diplomáticos en Rusia y negó las justificaciones dadas por Moscú de que actuaban al margen de su estatuto.
«El trabajo de estos diplomáticos y del personal de nuestra embajada, a los que Francia felicita por su valor y su gran profesionalismo, se ajusta plenamente al marco de la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas y consulares«, señaló la portavoz del Ministerio de Exteriores.
La portavoz añadió que la decisión de las autoridades rusas no tiene «ningún fundamento legítimo» y por eso no puede más que lamentarla.
El embajador francés en Moscú, Pierre Lévy, fue convocado este miércoles en el Ministerio ruso de Exteriores para comunicarle que 34 de sus diplomáticos pasaban a ser declarados «persona non grata» y que debían abandonar el país en el plazo de dos semanas.
Según el relato francés, Rusia lo presentó como una respuesta al hecho de que Francia hubiera notificado el 4 y el 11 de abril que expulsaba a 41 diplomáticos rusos destacados en Francia porque bajo la cobertura de ese estatuto, actuaban contra los «intereses» y la «seguridad» de Francia.
La de hoy es la primera expulsión de diplomáticos franceses en Rusia desde el comienzo de la invasión de Ucrania el 24 de febrero.
Francia se había caracterizado hasta el inicio del conflicto por una posición relativamente conciliadora con Moscú, si se compara con otros países del este de Europa o con Estados Unidos.
Su presidente, Emmanuel Macron, mantuvo entrevistas en persona y conversaciones telefónicas con Vladímir Putin para intentar evitar la guerra. Desde el comienzo de las hostilidades, Macron se ha esforzado por mantener abierto ese canal de diálogo con Putin, aunque al mismo tiempo ha estado en la vanguardia de las sanciones económicas de la UE contra Moscú.