Hasta cuatro horas de cola deben soportar los conductores que se dirigen a la ciudad de Caracas producto de los puntos de control que activa la GNB y la PNB en la Panamericana las semanas radicales.
Con o sin salvoconducto, todos los que se dirigen a la capital de la República esperan en filas de hasta 5 kilómetros de longitud; «Soy médico, tengo mi autorización para circular, pero acá estoy, atrapado y perdiendo toda la mañana», denunciaba Pedro Carrasco.
Al menos tres alcabalas instalas uniformados en el tramo que va entre San Antonio de los Altos y Caracas. «Dejan un solo canal para circular, esto es una pesadilla sin sentido», dijo Andrés Bencomo.
Emergencias en vehículos particulares e incluso servicios de ambulancias, quedan igualmente atrapados en el «atasco» que genera la GNB y la PNB desde que la administración de Maduro anunció el llamado 7 + 7.
«Que traigan vacunas y dejen de torturar al pueblo es lo que tienen que hacer», agregó visiblemente irritada Francis López, quien iba tarde a una consulta médica en Baruta.
DM