El propietario de una compañía de seguros de Pensacola, en el noroeste de Florida, fue sentenciado a 14 años de cárcel por la venta de pólizas de seguro fraudulentas a clientes por un valor de 4,8 millones de dólares, informó este miércoles la Fiscalía federal del Distrito Norte del estado.
John Thomas, de 52 años y propietario de Thomas Insurance, fue condenado por los cargos de “fraude electrónico y lavado de dinero” relacionados con la citada venta fraudulenta de seguros, delito por el que además deberá pagar 8,3 millones de dólares en concepto de restitución.
“Esta sentencia debería servir como un impedimento significativo para aquellos que defraudan a nuestros ciudadanos, en este caso privándoles de una cobertura de seguro crítica simplemente para enriquecerse ilegalmente”, dijo en un comunicado el fiscal federal Jason R. Coody.
Según los documentos de la acusación, Thomas operó entre 2013 y 2021 un negocio de seguros y defraudó a los clientes más de 4,8 millones de dólares en pagos de primas de seguros a través de “un tipo de fraude de seguros conocido como desvío de primas”.
Thomas ejecutó este esquema recaudando primas de seguros de los clientes y guardando los fondos para uso personal, en lugar de emitir pólizas de seguros.
Para ocultar sus actos, Thomas “entregó a los clientes documentos fraudulentos que hacían referencia a pólizas de seguro que no existían”, señaló la Fiscalía.
Las víctimas de la estafa “sufrieron una pérdida y un dolor significativo, sin saber que no tenían cobertura de seguro hasta que ocurrió el desastre”, dijo, por su parte, Sherri E. Onks, agente especial a cargo de la división de Jacksonville del FBI.
El jefe de Finanzas de Florida, Jimmy Patronus, subrayó que el fraude de seguros es un delito grave que “hace que las tarifas suban para todas las familias trabajadoras y propietarios de negocios” del estado.
“Desafortunadamente -añadió Patronus- hay malas personas que piensan que pueden usar esquemas de fraude como este para llenarse los bolsillos. Espero que este caso sirva como advertencia”.
El Departamento de Justicia de EE.UU., el FBI, la Oficina del Fiscal de EE.UU. y varios detectives expertos en fraude de seguros trabajaron de forma conjunta para “poner fin a este costoso esquema de estafa”.