El Gobierno de Venezuela anunció este lunes la puesta en marcha de un plan de vigilancia epidemiológica contra la viruela del mono (mpox) que consiste, entre otras cosas, en realizar seguimiento a aquellas personas que provengan de países donde exista confirmación de brotes de la enfermedad.
«Para ingresar al país deberán reportar en la ficha de vigilancia epidemiológica su estado de salud y datos personales para su seguimiento médico con el objetivo de detectar tempranamente cualquier caso sospechoso», indicó el Ejecutivo en un comunicado publicado en Telegram por la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez.
Asimismo, indicó que ha comenzado los trámites correspondientes para «adquirir la vacuna que garantiza el fortalecimiento del cerco epidemiológico a grupos de población con alto riesgo de exposición».
«Nuestro país tiene la capacidad médica, tecnológica, científica y los equipos de respuesta inmediata interinstitucionales para el abordaje integral y oportuno de esta situación que garantice el diagnóstico, la atención médica, seguimiento y monitoreo requerido con la aplicación de las recomendaciones emitidas por la OMS (Organización Mundial de la Salud)», añadió.
El Gobierno afirmó que los médicos y el personal de salud de Venezuela están preparados y a través del Ministerio de Salud se les «garantizará lo necesario» para las pruebas moleculares y la atención en caso de detectar un caso positivo.
Igualmente, dijo que llevarán adelante campañas de información para advertir a la población sobre los síntomas, medidas preventivas y la importancia de acudir a un centro sanitario ante cualquier sospecha.
«Se implementará el rastro de contactos y se realizarán pruebas a los contactos cercanos de los casos confirmados», sostuvo.
La viruela del mono es una enfermedad infecciosa que puede provocar erupciones dolorosas, inflamación de los ganglios y fiebre, se transmite por el contacto estrecho de piel con piel o piel con mucosas (como la saliva), sobre todo en las relaciones sexuales, o a través de objetos contaminados y heridas punzantes.
EFE