El Gobierno ruso afirma no estar preocupado por el veto europeo a su petróleo, decidido esta semana por los países miembros de la UE. “Si la demanda se reduce por un lado, se incrementa por otro, los flujos se desviarán”, ha afirmado este jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Convencido de que habrá demanda suficiente para el crudo ruso, ha dicho que en ningún caso venderá su petróleo a pérdidas. Por su parte, ha dicho, Rusia no planea “cerrar la puerta a Europa”.
La UE ha decidido esta semana que de ahora a fin de año reducirá un 90% sus importaciones de petróleo ruso, por lo que Moscú dejará de recibir una enorme fuente de dinero. Otros países, como el Reino Unido, ya han puesto en marcha ese embargo petrolero, por lo que las exportaciones rusas se van a ver mermadas. De hecho, ya se está notando que Rusia no alcanza la cuota exportadora asignada por el grupo de países exportadores de petróleo, la OPEP, que estudia si algún otro país puede aumentar la suya para compensar la reducción rusa.
El miércoles, el Kremlin admitió el que veto europeo implicaba un volumen relevante de crudo, pero que lo venderían en otra parte. Este jueves Peskov ha insistido en esa idea, asegurando que los flujos se desviarán a otros países y que Rusia no malvenderá su crudo.
Peskov se ha referido de nuevo al impulso a la ayuda militar occidental anunciada esta semana por EE UU (misiles de más alcance y precisión y drones armados) y Alemania (sistemas de radares antiaéreos). Preguntado por los drones Gray Eagle MQ-1C estadounidenses, Peskov ha reiterado que las armas occidentales no cambiarán los parámetros de la “operación militar especial”, como Rusia denomina la invasión de Ucrania. “Los objetivos [de la invasión] se alcanzarán, pero eso [las armas occidentales] traerá más sufrimiento a Ucrania.
