La asamblea del jueves 23 de febrero en Barinitas, municipio Bolívar de Barinas, ratificó el compromiso “inquebrantable” con la protesta hasta que el régimen madurista responda por sus salarios y demás reivindicaciones laborales.
Durante el encuentro en la plaza Sucre, con el que retomaron las acciones de calle, fue escenario para enviar un mensaje a las federaciones de trabajadores que operan en Caracas, a quienes ven con una actitud genuflexa frente al patrono.
Bladimir Briceño, delegado sindical del magisterio, recibió respaldo al manifestar su rechazo a los dirigentes nacionales que integran las federaciones, al considerar que “no han defendido los intereses de los trabajadores, sino el de su propio confort”.
La convocatoria sumó a los empleados, obreros, jubilados y docentes. Por estos últimos dijo Briceño que “no habrá un educador eficiente en las aulas de clases, si se mantiene aguantando hambre”.
Los trabajadores de otros sectores también aseguraron que no es posible el progreso de un país si la gente no se alimenta.