El sonido del agua chocando contra el asfalto es similar al que hace un río empedrado. Pero en vez de ser de agua dulce, lo que cae es una cloaca por demás putrefacta.
Desde hace un semanas los vecinos de calle Paez de Los Teques, adyacente a las residencias Trigo Dorado, sufren por los olores nauseabundos y porque al transitar por la calle, la caída de aguas servidas inunda aceras y calle.
La red de las cloacas de la comunidad está colapsada. No ha recibido mantenimiento, según denunció Alfredo Fernández, vecino del sector, ubicado en el municipio Guaicaipuro.
La situación empeoró con la llegada de las lluvias. No dejan de brotar aguas servidas noche y día. Temen una epidemia.
El desagüe que encontró el drenaje obstruido fue un hueco en una acera. Por ahí un chorro grueso y potente cae sobre la vía y recorre calle abajo hasta encontrar otra alcantarilla por donde colarse.
Los motorizados y demás conductores pasan esquivando la cascada, y quienes tienen dificultades son los transeúntes. Califican de insólito que a pesar de la constante denuncia, aun la Alcaldía de Guaicaipuro siga sin dar respuesta.
Redacción El Tequeño