Tras el anuncio del convenio China y Venezuela de mandar a un venezolano a la luna, no me sorprende que ya alguien esté allá y sea de Guaicaipuro con casa carrizaleña.
Este juicio nace luego de escuchar un programa radial de un poco más de una hora hablando de gestión y resumir que estamos en la ciudad capital y de las mil maravillas.
En menos de 15 días pusieron a chillar a bodegueros en El nacional con intentar cobrar 20$ de impuestos mensuales y multar con más de 150 euros a kiosqueros de parroquias San Diego de Los Altos y luego de ver las reacciones se echaron para atrás.
Lo mismo pasó en El Jarillo, dónde el vocero municipal informó que solo dos negocios pagan impuestos y otros 42 se hacen los «Willi Meays», sin embargo, en el diario Avance salió reflejado una información donde en dicha parroquia se ha
recaudado unos 2 mil $, pero la gran pregunta es a dónde fueron invertidos, porque allá arriba no.
Con propiedad se puede decir que la carretera llega en buen estado hasta donde está la alcabala de la Guardia Nacional, y eso se debe a algún interés de alta jerarquía que existe en esa zona. Sería oportuno que el pueblo que Guaicaipuro conozca si dónde está ese portón grande, el responsable tiene la patente para explotar lo que hace allí.
Pero los grandes son muchas veces exhonerados mientras que los más pequeños reciben multas y obligados a ponerse al día, sin tomar en consideración que esas zonas han dejado de ser parroquias con potencial turística a estar hundidas en los huecos, mal estado de las vías y falta de apoyo para la inversión agricola y turística.
Tampoco podemos dejar pasar por alto la orden de que sacarán del aire de la emisora Altos, al locutor Fernando Pinilla por estar siendole incómodo a los intereses comunicacionales de la gestión roja con sus caricaturas que reflejan el desastre de la supuesta ciudad capital, sumado al nuevo medio Notiguaicaipuro que no limita centimetraje para denunciar lo que pasa en las comunidades.
También pude escuchar entre muchas otras cosas que seguramente no llegarán a concretarse, que van a colocar 400 lámparas solares para la Av. Victor Baptista, pero si van a ser como los bombillos de enamorados que están iluminando a la plaza Bolivar, será mejor tomar otras opciones.
Estás son reflexiones y críticas que como guacaipureño hay que decir sin miedo, y dejando claro que sí hay millones de venezolanos que están convencido en apostar a Venezuela y no quieren ver negocios cerrados, sino abiertos, con santamarías más grande, recibiendo crédito, generando fuentes de empleo y pagando los impuestos, pero ajustados a la realidad.
Por Rommel Flores