Cada vez queda más claro que el peor enemigo del proceso de paz con el ELN es el ELN. Desde que inició el proceso de negociación con el Gobierno, esa guerrilla no parece tener más que un propósito: torpedear el proceso, con sus ataques criminales, sus constantes críticas a la administración de Gustavo Petro y sus declaraciones altisonantes que siembran dudas en los colombianos sobre los reales propósitos de esta organización.
Cuando no se trata de un ataque criminal o un secreto, el grupo guerrillero lanza alguna declaración que de inmediato deja dudas sobre su real interés en alcanzar un acuerdo con el Gobierno para dejar las armas.
Ese es el ambiente que ha quedado tras el más reciente pronunciamiento del ELN, desde su revista Insurrección, en la que asegura que “la paz no puede asociarse a la desmovilización”.
“Es posible que sectores de la derecha y del Gobierno estén pensando que esta vez va a pasar lo mismo que con las anteriores guerrillas que se desmovilizaron, pero debemos decirles que no será lo mismo. La paz no puede asociarse a la desmovilización del ELN”, indica el editorial de la revista.
El grupo guerrillero critica, además, otros procesos de paz que se han llevado a cabo en el país, como el que se adelantó con relativo éxito con las Farc en La Habana. Para el ELN, a pesar de que a la desaparecida guerrilla le dieron curules, el país no ha cambiado.
“Desde luego que asoman dificultades que en otros procesos no se vieron, porque efectivamente esas guerrillas consideraban que podían impulsar los cambios que el país requiere por las vías legales, y se legalizaron, les dieron curules y en esas andamos desde 1984, hace 39 años, de un conflicto que lleva 59 años. O sea, se ha tratado de negociar mucho más tiempo del que se piensa, pero nada que el país cambia, ni siquiera con gobiernos que dicen traer el cambio, pues siguen pensando en las mismas lógicas de gobiernos pasados: que todo sería mejor si no existiese guerrilla”, reza el texto.
Así mismo, el grupo armado ilegal se ha burlado de quienes han pedido que deje el secuestro y la extorsión como forma de financiación.
“Incluso se está pensando que el ELN debe ser asfixiado económicamente para obligarlo a la dejación de armas, y que sus combatientes pueden ser financiados cuidando parques o cosas por el estilo. Eso no va a pasar, el tema del financiamiento de la fuerza combatiente en un cese el fuego se ha colocado en la Mesa de Diálogos y la Comunidad Internacional lo sabe, por tanto hemos cumplido con nuestras responsabilidades”, manifiesta el editorial.