Tácata, población de la que es oriunda la actual alcaldesa del Municipio Guaicaipuro, luce tan abandonada como cualquiera de las otras parroquias que integran la referida jurisdicción mirandina.
«Tácata, que debería lucir como una joya del municipio, por su privilegiada situación, al ser la única parroquia de las nuestras pertenecientes a los Valles del Tuy, además de tan cercana a la ciudad de Cúa, padece similar descuido que Paracotos», reseñó William Anseume, coordinador de Vente Venezuela en Guaicaipuro.
«La entrada a Tácata desde Paracotos resulta intransitable, repleta de huecos y derrumbes por doquier; se aprecia claramente que la alcaldesa, a pesar de ser oriunda de allá, en estos años o no pasa por esa vía o le importa un bledo el daño que produce en los automóviles semejante descuido»,dijo.
-Ni un cariñito le han hecho a esta vía, nunca. Desolada, enmontada, con peñascos, piedras y oquedades que asustan a quienes por allí circulan, con justificada razón.
Por otra parte, – continuó Anseune- como en todo el municipio Guaicaipuro, la desprotección de los ciudadanos, en el aspecto esencial de la seguridad salta a la vista. La policía sólo se encuentra arrinconada en el espacio que le otorgan, como protegiéndose los propios agentes. No existe patrulla ni, obviamente, patrullaje. La gente anda desprovista de cualquier protección oficial.
El dirigente político agregó que entre los descuidados servicios destaca, también como en la mayor parte del municipio, la problemática de la distribución del gas. «Señoras con varias bombonas a cuestas, gente de todas las edades, incluyendo ancianos, con horas perdidas bajo el sol inclemente y el calir o la lluvia, en la espera calamitosa, desesperante, de que llegue un camión a dejar el gas; o gente cargando leña para solventar la situación de la comida escasa y cara».
«El otro abandono notable es de la recreación, cultura y deporte. La afamada manga de coleo de Tácata está desaparecida entre la maleza que parece habersela tragado ya casi por completo, mientras que el singular estadio está siendo consumido tanto por el descuido como por el monte. En el río no hay un establecimiento o un espacio diseñado o creado para la atracción turística y la atención de los bañistas, aquí todo es rupestre y salvaje».
-No existe la mano de la orientación gubernamental regional para la atención ciudadana de aspectos tan importantes para los individuos, la vida va como se pueda. Urge un plan de atención para el trabajo, para el turismo, para los servicios y un desarrollo real de esta bella parroquia abandonada. Hacia allá debemos propender para lograr una verdadera y humana atención de Tácata y del municipio», concluyó Anseume.