El aliento y entereza que el comandante Igbert Marín Chaparro demuestra en la huelga de hambre que hoy llega a 50 días, en los inmundos sótanos de las Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), hace que las autoridades desestimen su lucha, mientras la presencia del joven comandante en las redes va creciendo como una avalancha y cada día militares, dentro y fuera, de la Fuerza Armada vigilan lo que ocurre con él. Su hermana, Ignell Marín Chaparro aclara, en conversación con Infobae, que “una huelga de hambre no implica, como piensan algunos desinformados, llegar al extremo de coserse los labios; una huelga de hambre no es un intento de suicidio, es una protesta drástica ante una situación extrema”.
Por Sebastiana Barráez | Infobae
La hermana del comandante detenido el 2 de marzo del 2018, es extremadamente prudente, pero firme al manifestar el respaldo al destacado oficial. “El 25 de diciembre de 2022 y luego el 1 de enero de 2023 a Igbert le permitieron realizar brevísimas llamadas telefónicas en la que se mostró con mucha entereza, insuflando a mis padres mucho aliento a pesar de los días transcurridos y pidiendo siempre mucha oración”.
Se refiere a él con mucho amor, pero también con gran respeto y admiración. “Mi hermano es un hombre con mucho temple y gran determinación; las constantes vejaciones sufridas lo llevaron nuevamente a tomar la drástica decisión de iniciar una segunda huelga de hambre que hoy acumula 50 días, esto como único medio de protesta pacífica a su alcance para llamar la atención respecto a la grave situación de los presos políticos en Venezuela y para exigir respeto a sus derechos humanos”.
Explica que en la “Declaración de Malta de la Asociación Médica Mundial sobre las personas en huelga de hambre” se exponen los principios médicos para el abordaje y tratamiento ético de las personas que decidan iniciar este modo de protesta.
Así se refiere al punto 11, en el que se establece: “A la brevedad posible, el médico debe obtener el historial médico preciso y detallado de la persona que desea iniciar una huelga de hambre. Las consecuencias médicas de cualquier condición existente deben ser explicadas a la persona. El médico debe cerciorarse que las personas en huelga de hambre comprenden las posibles consecuencias del ayuno para su salud y advertirles con palabras simples las desventajas. El médico también debe explicarles cómo se pueden disminuir los daños para la salud o retardarlos, por ejemplo, al aumentar el consumo de líquidos y tiamina…”.
– ¿Ha cumplido él con esas previsiones estipuladas en la declaración de Malta para poder sostener tanto tiempo la huelga de hambre?
– Si, por recomendación y asesoría de un médico capacitado y especialista en huelgas de hambre, tomamos la decisión de enviarle suero, agua potable y agua de coco para retardar los efectos adversos a su salud; sin embargo, esto ha desencadenado una serie de burlas y comentarios fuera de lugar por parte del personal del Ministerio de Servicio Penitenciario y personal de la DGCIM pues el pasado 29 de diciembre mis padres asistieron desesperados a llevar hidratación para Igbert y se toparon con una conversación subestimando la lucha de mi hermano justamente por este tema. Desconocemos en qué medida está haciendo uso de esos insumos.
– Es un gran riesgo el que corre Marín Chaparro en manos de funcionarios de la DGCIM y la Ministra Penitenciaria Mirelys Contreras, quienes tienen muertos en su historial, como el del indígena Salvador Fernando Franco Pérez, en enero 2021 o el ex ministro de Petróleo Nelson Martínez, en diciembre 2018, muchos otros.
– Sabemos que Igbert, aunque es un hombre de temple, también es un ser humano vulnerable y las secuelas pueden ser irreversibles, por eso como familia tratamos de velar por su estado de salud y que no se descompense. La situación es tal que el pasado 16 de diciembre (día 26 de la huelga de hambre) les indicó a mis padres que ya no sentía necesidad de evacuar.
– ¿Cómo describe a su hermano el comandante Igbert José Marín Chaparro?
– Como hermano es sumamente protector, confidente y un gran consejero, conservo cada una de sus cartas y hoy mantengo tatuada en mi mente una frase que me escribió y que me ha mantenido fuerte por él y para él, decía… Recuerda: “Incólume ante las situaciones adversas”. Es muy amoroso y familiar; en cada reunión, su humor levanta el ánimo de los presentes, es un gran lector y conversador, respetuoso, disciplinado y fiel creyente de la lealtad. Disfrutamos mucho compartir viendo los eventos deportivos o una buena película. Para mí Igbert es un gran ejemplo de lucha, perseverancia y amor a la patria.
– El padre de ustedes es coronel retirado. ¿Desde cuándo decide Igbert seguir la carrera castrense?
– Igbert desde muy pequeño mostró su vocación por la carrera militar, recuerdo como si fuera ayer verlo jugar en los pasillos de la casa con batallones de soldados y pasar horas creando historias. Con los años se destacó como un excelente estudiante, obteniendo siempre el primer lugar de su promoción y manteniendo esto como una constante y un reto personal logrando hacer Historia en el mundo militar, conociéndose hasta la fecha como el Alférez Mayor con el más alto promedio académico de la Academia Militar de Venezuela.
– Las consecuencias de una huelga de hambre son devastadoras para cualquier ser humano por muy preparado que esté para ello. ¿Está tan desesperado él corre el riesgo de que esa huelga lo lleve a un desenlace fatal?
– A pesar de que tiene una fortaleza inquebrantable, Igbert ha estado injustamente sometido en los últimos 4 años y 10 meses a las más humillantes y degradantes vejaciones. Imagine lo que ha vivido que ha tomado esta decisión en dos oportunidades desde su reclusión.
– ¿Mucha gente se pregunta dónde están los compañeros de Marín Chaparro que no se han pronunciado?
– En la Fuerza Armada hay temor de tomar posición sobre lo que está ocurriendo, sin embargo, algunos compañeros que se han ido de baja, así como otros que se encuentran activos, en forma privada y confidencial han manifestado su solidaridad y apoyo a la familia.
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