Estudiantes universitarios se ven entre la espada y la pared ante la alta suma de dinero que deben invertir para poder culminar sus estudios. Quienes están en una universidad privada deben costear desde el pago de trimestre o semestre, sumado a costos de pasajes, residencias y demás servicios, lo mismo ocurre en aquellos que cursan en universidades públicas. Los gastos pueden ir desde 140 dólares hasta 490 dólares mensuales dependiendo del lugar de estudio.
De acuerdo a los cálculos realizados por el equipo de LA PRENSA, un estudiantes de una universidad privada puede destinar 490 al mes para el pago del trimestre o semestre, que este no sería de manera consecutiva, se le une el gasto de pasajes, si se saca la cuenta 40 dólares corresponden a 20 días calculados a dos pasajes diarios.
A eso se le suma el pago de la residencia, un alquiler se puede conseguir en 50 dólares, pero este dependerá de la ubicación, mientras que en el servicio de internet el monto mínimo puede alcanzar los 20 dólares. El gasto de papelería es otro agregado, solo en este renglón pueden destinar cerca de 30 dólares que incluyen copias, lápices, guías, libreta y cualquier otro insumo, aunque esa cifra varia según el semestre y la carrera que curse el estudiante.
Juan Quintero, miembro del Movimiento Estudiantil del estado Lara, dijo que iniciar una carrera, es complicado, pero mantenerse lo es aun más. “Hay dos perfiles, la universidad pública y privada, las dos son muy distintas y diversas por el costo”.
Cuando se habla de la educación pública el monto se reduce a 140 dólares al mes, sin embargo este es equivalente a unos seis sueldos mínimos, que deben distribuir en pasajes, residencia, internet y gastos de papelería. Esto porque las providencias estudiantiles se acabaron y las universidad públicas no cuentan con transporte ni becas, que antes eran un respiro, en especial para los estudiantes de municipios foráneos.
Quintero dijo que en el caso de la educación pública la mayoría son personas que trabajan “porque no hay providencias estudiantiles y hay unos que están en el debate trabajar o emigrar”.
Moisés Villegas, estudiante, lamenta que se hayan perdido todas las providencias. “Ninguna universidad en Lara cuenta ni siquiera con el comedor. En definitiva es todo un reto estudiar”.
Ante esto, también están los estudiantes que deben colocar un granito de arena para poder culminar la carrera en medio de las dificultades que atraviesan las universidades. Por ejemplo, hay casos como en la UCLA y la Unexpo donde los universitarios deben dar colaboración o aportes para la limpieza, pago de vigilancia y compra de insumos, gastos que al fin de mes también suman en su presupuesto.