Para la investigadora emérita del IVIC Gioconda Cunto de San Blas, es ingenuo creer que el país sí está equipado para enfrentar la pandemia. «Con un sistema de salud tan destartalado, incapaz de contener siquiera nuestras endemias habituales como la malaria y la tuberculosis» como pueden controlar el Coronavirus.
La científica, quien forma parte del Plan de Contingencia Covid-19 activado por el alcalde de Los Salias José Fernández, las cifras de contagio y muerte en Italia por culpa del virus, hacen sospechar que los datos iniciales del gobierno chino a fines de diciembre de 2019 fueron minimizados en su gravedad.
«Ocultar las cifras y torcer sus causas son especialidades
de esos regímenes autocráticos. Hasta para contener un virus hay que
vivir en democracia y libertad, para que se nos garantice la salud y la
información a las que tenemos derecho», aseguró en entrevista para el
diario El Tiempo.
–¿Cuáles son las trabas del sistema venezolano de salud ante la pandemia?
–Nuestro sistema de salud ha sufrido una regresión de 70 años, a niveles
de mediados del siglo XX. Las cifras crecientes de tuberculosis o
malaria, la reaparición de enfermedades ya controladas, la
discontinuidad en programas de vacunación, el desmantelamiento de los
hospitales y mucho más,
dan cuenta de ello.
–¿Cuáles serían los riesgos de fatalidad en Venezuela?
–Espero, para bien de todos, que las cifras sean bajas o nulas. Las
personas mayores y desnutridas, de las que tenemos muchísimas, son las
más susceptibles.
–¿En qué medida se controlaría la propagación de la
enfermedad?
–En la medida en que las autoridades activen los protocolos diseñados
para la ocasión por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), y que la población cumpla
con las normas de prevención que, en principio, deben proveer las
autoridades nacionales, regionales y locales, al unísono. En el
municipio Los Salias, estado
Miranda, estamos en eso, ciudadanos y autoridades en un esfuerzo
conjunto. El virus no
conoce de ideologías ni de fronteras geopolíticas.
–¿Hubo epidemias pasadas que se pueden comparar con el coronavirus?
–Un célebre libro del siglo XIV, “El Decamerón” de Giovanni Boccaccio,
relata las historias que, para distraerse, se contaron entre ellos un
grupo de florentinos recluidos en las afueras de Florencia en su afán de
huir de la peste bubónica que mató entonces a una ter-cera parte de la
población europea. Otra fue la gripe española que, entre 1918 y 1920,
mató varias veces más que los 16 millones fallecidos en la guerra
mundial precedente. En tiempos recientes, el síndrome
respiratorio agudo grave (SARS) en 2003 o la llamada gripe porcina
(AH1N1) en 2009, produjeron epidemias que fueron exitosamente
controladas con medidas generadas por las
autoridades sanitarias a nivel mundial.
Aporte venezolano
–¿Qué podría aportar la comunidad científica nacional?
–Ya está aportando desde el primer momento, mucho antes de que el
régimen creara una comisión para la prevención y control del Covid-19 a
cuya cabeza, por cierto, colocó a una figura de la nomenclatura, sin
preparación o instrucción alguna en temas médicos y de
salud pública. Nuestra comunidad científica biomédica ha estado
movilizada con frecuentes foros, conferencias, tertulias, artículos
divulgativos en lenguaje sencillo, basados sobre todo en las
informaciones oficiales emanadas de la OMS y la OPS.
–A nivel internacional ¿conoce de alguna solución o
vacuna a corto plazo?
–No existen medicamentos o vacunas preventivas. Hay científicos en
prestigiosos laboratorios de investigación dedicados febrilmente a dar
con ellos.
–¿Y el Estado venezolano?
–Hasta ahora, que yo sepa, el Plan Nacional de Prevención y Contención
del Coronavirus (Covid-19) que ojalá no sea papel mojado, y las medidas
anunciadas ayer: suspensión de los pocos vuelos que aún llegaban de
Europa y Colombia y restricciones en sitios públicos. E insistir,
¿cuándo no? con la fantasía de que este virus es un espécimen virulento,
mutado por científicos norteamericanos para que su gobierno empiece una
guerra biológica contra China.
–¿Cuántos afectados a nivel mundial proyecta usted?
–A la fecha de hoy (14 de marzo), hay más de 136 mil infectados, la
mayoría en China, seguido por Italia y Corea del Sur. Hay casi 5 mil
fallecidos; la tasa de fatalidad es de 3,6%. Más de 100 países han
reportado el virus. ¿Qué recomienda para contenerlo en lo posible?
–A nivel nacional, control en el ingreso de contagiados, contar con una
infraestructura
hospitalaria de primer orden, de la que carecemos. A nivel personal,
prepararse con prácticas sencillas, entre ellas evitar el contacto
físico, con abrazos, besos; lavarse con frecuencia las manos hasta el
codo, con agua y jabón por 20 segundos, más o menos lo que toma cantar
el “cumpleaños feliz” en su versión corta; al toser o estornudar taparse
la boca con la parte frontal del codo; evitar aglomeraciones.
Si se siente fiebre y con tos seca, quédese en casa por 14
días, en cuarentena; si se agrava o el malestar persiste por más de dos
días, póngase en contacto con un servicio de salud, use mascarilla de
protección para no contagiar a otros. Siga estrictamente las
indicaciones médicas.
–Y en Venezuela ¿podría el 85% de la población de escasos recursos obtener los medicamentos?
–Contra el Covid-19, igual que para otras afecciones virales, no hay
medicamentos ni vacunas disponibles para nadie, sea pudiente o
menesteroso. Lo único que vale es la vieja receta de las abuelas:
reposo, limonadas calientes, mucha hidratación y consomé o sopitas. Sólo
en caso de complicaciones respiratorias o de
otra índole, dirigirse a un centro de salud para ser tratado por un
médico.
Para los creyentes, encomendarse a Dios a través de nuestro coterráneo
José Gregorio Hernández como interlocutor, quien estará muy deseoso de
aumentar su currículo milagroso para reforzar su caso ante las
autoridades vaticanas, tan severas con nuestro Venerable.
DE PERFIL
Gioconda Cunto de San Blas nació en Caracas el 14 de diciembre de 1943.
Es licenciada en Química, egresada de la UCV, en 1967; PhD en
Bioquímica, Heriot Watt University, Edinburgo,
Escocia, Reino Unido; Investigadora Emérita del Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas.
Fue presidenta de la Academia de Ciencias Físicas,
Matemáticas y Naturales. Ha dedicado gran parte de su investigación a la
búsqueda de nuevos antibióticos antifúngicos y nuevas sondas
moleculares de diagnóstico. Ha publicado más de 140 trabajos en revistas
especializadas internacionales, entre los que destacan tres libros
sobre diversos aspectos de biología molecular de hongos patógenos,
publicados por Caister Académico Press, Wymondham, Norfolk, UK.
Ha sido docente en los cursos de postgrado del IVIC, UCV, USB y Unefm.
Entre enero de 2011 y
octubre de 2017 fue directora de Ciencia y Tecnología del Gobierno del
estado Miranda. Publica en Tal Cual Digital su columna “Al
compás de la ciencia”. Ha escrito dos libros sobre personas con
necesidades especiales.
Jolguer Rodríguez Costa | El Tiempo
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