La intensa movilización internacional para defender los derechos humanos en Ucrania desde la invasión rusa debería “replicarse” en otros países donde se violan estos derechos, abogó la oenegé Human Rights Watch, que publicó el jueves su informe anual.
En este informe de más de 700 páginas, HRW documenta la “letanía de abusos” cometidos en 2022 en el mundo, desde China a Afganistán, pasando por Irán, Etiopía y, por supuesto, Ucrania.
“En la niebla de la guerra y la oscuridad en la que esta guerra ha sumido a Ucrania, hay una luz que se ha encendido: es la respuesta internacional y el compromiso con la justicia internacional”, declaró Tirana Hassan, su directora ejecutiva en funciones, en una entrevista con AFP.
Aunque la oenegé constató “abusos por todas las partes” en el conflicto, las fuerzas rusas fueron responsables de sobreabundancia de violaciones, especialmente contra la población civil.En este contexto, HRW se congratula de la rapidez con la que se recurrió a la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigara y con la que la Unión Europea, Estados Unidos, el Reino Unido y otros gobiernos impusieron sanciones a Rusia.
“Nunca hemos visto en la historia (…) una respuesta internacional tan coordinada” y “lo que tenemos que hacer ahora es garantizar que los Estados rinden cuentas al mismo nivel que se ha visto en Ucrania, en todas las demás situaciones” de violación de los derechos humanos, añadió.
En su informe, HRW insta así a los gobiernos a “replicar lo mejor de la respuesta internacional en Ucrania” y a “ampliar la voluntad política para abordar otras crisis”.
Hassan pide a la comunidad internacional que “siga presionando” para que se rindan cuentas por los abusos cometidos en la región etíope de Tigray tras el acuerdo de paz alcanzado en noviembre.
Lo mismo ocurre en China, donde Beijing aún no ha rendido cuentas por su política hacia la minoría musulmana uigur, a pesar de un informe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos que concluía que algunas de las acciones del régimen podrían constituir crímenes contra la humanidad.
O en Irán, donde el régimen está intensificando su represión masiva de las protestas. “No podemos esperar que el pueblo iraní cambie por sí solo” la situación de los derechos humanos en el país, insistió Hassan.
“Un cambio significativo contra un régimen tan poderoso requiere la movilización de la comunidad internacional”, añadió.
En su informe, la oenegé denunció el “doble rasero” que a menudo se aplica ante las violaciones de los derechos humanos cometidas en el mundo.