Para los habitantes de la parroquia El Jarillo del Municipio Guaicaipuro hay dos factores determinantes en la merma en el flujo de turistas durante las últimas semanas: la hiperinflación y el pésimo estado de la vialidad.
Durante años, asegura Vicente Bustillos, residente de la zona, la hermosa población fue la primera opción de recreación los fines de semana para cientos de turistas tanto de los Altos Mirandinos como del centro del país, situación que cambió radicalmente.
«La hiperinflación sumado a la escasez de repuestos pone cuesta arriba que un turistas quiera venir, tomando en cuenta lo destruida que se encuentra la vialidad», reseñó el hombre.
Asegura que en esa materia es poco lo que han hecho las autoridades en los últimos años, aunque admite que algunas fallas de borde fueron atendidas en el casco central del pueblo, la vía que comunica tanto con Los Teques como la Colonia Tovar lucen «bombardeadas».
Además de los huecos, el referido tramo que conecta en pocos minutos con la Colonia Tovar luce abandonado, las cabañas para hacer parrillas fueron «tragadas» literalmente por el monte.
«Da dolor lo abandonado que está toda esta zona, la vía está tan mala que la gente prefiere subir por El Junquito que por acá», reseñó un turista, agregando que solo en rústico se puede transitar.
Este sábado los pocos restaurantes que quedan abiertos en la localidad lucían vacíos, al igual que las tradicionales ventas de frutas y hortalizas. «En comparación con otros años las ventas cayeron en 90 %, esto no es ni la sombra de lo que fue», se lamentaba uno de los comerciantes.
Esperan que la tradicional bajada de los Reyes Magos les traiga turistas el domingo, «o al menos que venga el gobernador y vea él mismo el deterioro de la vía, aunque capaz llega en helicoptero y ni se entera», remató irónicamente.
Daniel Murolo