Hugo Valera, Secretario Nacional de Trabajadores de Encuentro Ciudadano, alzó nuevamente su voz en defensa de los derechos de los trabajadores venezolanos, denunciando las constantes violaciones a la Constitución y a las leyes laborales por parte del régimen.
Según Valera, el hambre, la pobreza y la precariedad han sido utilizadas como herramientas de control político, afectando gravemente a la clase trabajadora.
A más de tres años del congelamiento del salario mínimo en 130 bolívares – equivalente a menos de 2 dólares – y en medio de una aguda crisis humanitaria, Valera criticó la política de bonificación del salario implementada por el régimen, calificándola como una burla para los trabajadores.
Estos bonos, que no cuentan para prestaciones ni seguridad social, han reemplazado los sueldos formales, dejando a millones de venezolanos sin derechos laborales básicos.
El líder sindical también hizo referencia al memorándum 2792, que desde hace seis años y medio eliminó los beneficios obtenidos por los trabajadores y prohibió las negociaciones colectivas.
Según Valera, el Instructivo Onapre continúa recortando los ingresos de quienes laboran en sectores como la educación, la salud, la justicia y las universidades, sumiendo a los trabajadores públicos en la miseria.
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2024 refleja el impacto de estas políticas, mostrando que más del 80 % de la población vive en pobreza extrema y que la desigualdad ha aumentado significativamente.
Valera subrayó que estas cifras son evidencia de una estrategia sistemática de empobrecimiento y exclusión social por parte del régimen.
Ante este panorama, hizo un llamado urgente a los trabajadores a mantenerse unidos y organizados para exigir sus derechos fundamentales, incluyendo salarios dignos, respeto a los contratos colectivos, acceso a salud y educación de calidad, y la libertad sindical sin temor a represalias.
Para el representante de Encuentro Ciudadano, la solución a esta crisis pasa por un cambio político profundo que permita la recuperación económica y el establecimiento de una justicia social verdadera. «El futuro de los trabajadores depende de nuestra lucha y de nuestra determinación para alcanzar una Venezuela donde el trabajo sea motivo de orgullo y los derechos sean respetados», concluyó.
