La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC en inglés) expuso a un represor de la Isla que operó en Venezuela: el teniente coronel de la Inteligencia cubana Damián Cordero Torres.
De acuerdo al comunicado emitido por dicha organización, Cordero Torres tenía un cargo clave en Valencia, estado Carabobo, durante las protestas que ocurrieron de abril a julio de 2017 en Venezuela. Quien se identifica ahora en Twitter como funcionario del MINREX, tenía cobertura diplomática como cónsul general de Cuba en Carabobo.
Según ha reportado el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), durante esos cuatro meses se registraron acciones violentas de grupos paramilitares conocidos en al menos 523 protestas. En la mayoría de las protestas donde se presentaron estos grupos se reportaron heridos de bala, principalmente en el Distrito Capital y los estados Miranda, Táchira, Mérida, Lara, Carabobo, Aragua y Anzoátegui. Carabobo ocupó el tercer lugar compartido con Táchira en muertos durante las protestas con 21, solo detrás del Distrito Capital (24) y Miranda (23).
Investigaciones de la (FHRC) determinaron que oficiales de inteligencia y contrainteligencia castristas asesoraron y participaron en la represión de las protestas de 2014 y 2017 en Venezuela. Los cubanos impartían instrucciones a la Guardia Nacional Bolivariana, a la Policía Nacional Bolivariana y a los grupos paramilitares conocidos como «colectivos».
El libro Cubazuela, crónica de una intervención cubana publicado por la FHRC, contiene la transcripción de una grabación de un oficial cubano dando instrucciones a francotiradores para que ocuparan lugares altos desde donde pudieran dominar el panorama de la protesta y sacar de circulación a manifestantes.
El papel de los militares cubanos en Venezuela fue confirmado por una misión del Consejo de Derechos Humanos que visitó Venezuela en 2020 y encontró crímenes de lesa humanidad. Según el punto 33 del informe rendido entre septiembre y octubre de 2022, exfuncionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) de Venezuela dijeron a la misión que agentes del Estado cubano han instruido, asesorado y participado en actividades de inteligencia y contrainteligencia con la DGCIM.
La Misión revisó además los acuerdos confidenciales escritos entre los Gobiernos de la República Bolivariana de Venezuela y el Gobierno de Cuba, en los que se otorgaba a este último un papel formal en la reestructuración de los servicios de contrainteligencia militar venezolanos y en la formación de oficiales. Estos acuerdos datan de 2006 y la cooperación aún continúa.
Sobre Damián Cordero Torres, la FHRC detalla que es un exoficial de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM). Graduado de Periodismo Internacional en la Universidad Lomonosov de la Unión Soviética. Ingresó al Estado Mayor General de las FAR, en el Puesto de Mando de la Inteligencia Militar (PMIM, subterráneo del edificio MINFAR). De 1992 a 1994 cursó el Instituto Superior de Inteligencia (ISI) «Adriana Corcho Callejas», del MININT. Al culminar fue trasladado a la Unidad Militar 3235 (Unidad Operativa de la DIM, en el bosque de la Habana), como oficial operativo del grupo de Inteligencia Interna, bajo las órdenes del teniente coronel Roberto Pérez Viamonte y posteriormente su sustituto de igual grado, Lázaro Cárdenas Sierra, quien lo «tenía en jaque» por ineficiente e inservible.
Cordero Torres cumplió misión en la exrepública soviética de Georgia como parte de los oficiales de la DIM que por dos años consecutivos fueron enviados a la región. Luego fue designado a la Brigada de Exploración Radioelectrónica, ubicada en el Cacahual. Posteriormente, y por gestiones personales, logró ingresar en la DGI (Línea y Paseo). Más tarde, cursó estudios en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales y en su primera misión para el Departamento M-I (EEUU y Canadá) fue Segundo Secretario de la Sección de Intereses de Cuba en Washington en 2007. En 2017 se encontraba como cónsul de Cuba en Valencia, estado Carabobo Venezuela.
