Tras la reapertura fronteriza acordada por la administración de Maduro y el Gobierno de Colombia, las autoridades eclesiásticas de ambos países sostuvieron una reunión para enfocar esfuerzos en los retos que se avecinan en la línea limítrofe.
Los prelados suscribieron un comunicado que contempla siete importantes puntos.
«Es un hecho que vemos con satisfacción, pero que exige de nosotros, como Iglesia servidora del pueblo, que intensifiquemos el trabajo pastoral en comunión, especialmente en el amplio territorio del eje fronterizo colombo-venezolano, desde la Guajira hasta el Amazonas» expresa el comunicado.
En el mensaje reiteran el compromiso de seguir teniendo algunos encuentros con el fin de seguir prestando la atención necesaria a las comunidades, «a los más pobres, excluidos y necesitados, según la exigencia del amor fraterno que nos distingue como discípulos del Señor Jesús», destacan.
Otros de los temas que ocuparon la agenda de los obispos durante estos dos días, fue el fenómeno migratorio y aportes en la búsqueda de caminos que lleven a la paz y la reconciliación en estas dos naciones. «Lo hacemos desde nuestro servicio con el cual defendemos la vida, la convivencia fraterna, la solidaridad y la justicia»
Hicieron parte de esta reunión los obispos venezolanos: Monseñor Jesús González de Zárate, Arzobispo de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, primer vicepresidente CEV; y monseñor Ulises Gutiérrez, Arzobispo de Ciudad Bolívar, segundo vicepresidente CEV. Por Colombia estuvieron: Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Arzobispo de Popayán y vicepresidente CEC; y monseñor Luis Manuel Ali, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC.