La iniciativa de parte de un sector del Gobierno español de abrir mercados estatales contra la inflación ha generado controversia en el país, donde muchas opiniones coinciden en señalar los fracasos de este modelo en naciones como Cuba y Venezuela. Según publicó el diario El País, se ha topado también con el rechazo del sector de gran consumo en España.
La ministra de Derechos Sociales y secretaria general del partido comunista Podemos, Ione Belarra, afirmó en un evento preelectoral: «Creo que necesitamos una cadena pública de supermercados llamada Precios Justos, que reduzca los precios de los alimentos y nos permita proteger a los pequeños y medianos productores».
«Están especulando con los alimentos, algo que no se puede permitir», añadió Belarra, insistiendo en que «Podemos va a defender más soberanía, una empresa pública en cada sector estratégico», recogió el diario El Plural.
Coincidentemente, Precios Justos es el mismo nombre que se utilizó en un proyecto similar en Venezuela bajo el mandato de Hugo Chávez, que fracasó en 2019, precisó un reporte de Radio Televisión Martí.
Por el momento, parece poco probable que esta idea se materialice, teniendo en cuenta las declaraciones realizadas por el socio mayoritario del Gobierno, el Partido Socialista (PSOE).
«No compartimos esta propuesta. La enmarcamos dentro del proceso preelectoral que ya estamos experimentando», respondió Pilar Alegría, portavoz del PSOE y ministra de Educación.
Desde la oposición, han surgido numerosas críticas. Esteban González Pons, vicesecretario del conservador Partido Popular, ironizó diciendo: «Podemos está a punto de inventar el Koljós, y (el presidente Pedro) Sánchez está dispuesto a incluirlo en su programa Frankenstein».
Para Patricia Guasp, portavoz del partido liberal Ciudadanos, la propuesta comunista de establecer supermercados gubernamentales «ya no es una ocurrencia intervencionista», sino «un auténtico peligro para España y los españoles», debido a que «quieren nacionalizar todo».
La principal asociación de fabricantes y distribuidores de España (AECOC) consideró que la medida «está fuera de la realidad», en la «posverdad», y «no aportaría nada», según declaró su director general, José María Bonmatí, citado por El País.
Bonmatí sostuvo que el consumidor español tiene a su alcance diferentes formatos comerciales y una «enorme» capacidad de elección. «Un supermercado público no aportaría nada en un sector de enorme complejidad donde intervienen muchos eslabones y teniendo en cuenta que es un sector con mucha competencia», dijo.
Si bien la propuesta de Podemos cuenta con el respaldo de sectores de extrema izquierda, ha causado un gran revuelo en las redes sociales y los medios de comunicación.
Las principales críticas han recordado los «fracasos» de la intervención estatal en la distribución de alimentos a lo largo de la historia. Usuarios de internet han mencionado la crisis permanente de abastecimientos que enfrentan los países que siguen este modelo, como Cuba, Venezuela y Corea del Norte.
El programa de Podemos para las elecciones regionales y municipales del próximo 28 de mayo, además de la idea de los supermercados, incluye la creación de empresas estatales en sectores considerados «estratégicos», como energía, telecomunicaciones, banca, vivienda y farmacéutico.
En el documento, los comunistas señalan: «Si tenemos suficiente fuerza en los gobiernos después de las elecciones del 28 de mayo, no dudaremos en avanzar en esa dirección».
