Seyed Badroddin Naiemaei Moosavi es un empresario iraní que trafica oro venezolano para financiar las actividades terroristas de Hezbollah en Medio Oriente. Moosavi viaja con regularidad a Caracas para coordinar los embarques de oro que transporta Mahan Air rumbo Teherán como escala previa a Turquía y otros países vecinos, adonde finalmente serán vendidos de manera clandestina. Esos fondos irregulares son utilizados por la organización fundamentalista Hezbollah, que participó de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA ocurridos en Buenos Aires.
Infobae
Moosavi visitó Caracas en septiembre de 2020. Llegó junto a Hassan Kathemi Quimi, miembro clave de las Fuerzas Quds, y Hamid Arab Nezhad, director de Mahan Air. Moosavi fue protegido por la guardia presidencial, y recibido por Tareck El Aissam, ministro del Petróleo de Nicolás Maduro.
Ese viaje sirvió para poner en marcha el mecanismo de financiación de las operaciones terroristas de Hezbollah. Y el acuerdo terminó de cerrar con las siguiente visitas de Moosavi, que ocurrieron en abril y julio de 2021. El delegado de Teherán acordó con Tareck El Aissam intercambiar oro por petróleo iraní, que después se transportaría a Medio Oriente con los aviones de Mahan Air.
Tareck El Aissam sólo responde a las órdenes de Maduro, y fue acusado en Estados Unidos por sus vinculaciones con los carteles de la droga y las organizaciones terroristas que operan en Medio Oriente. Robert Morgenthau, fiscal del distrito de Nueva York, aseguró en 2014 que El Aissami facilitó la obtención de pasaportes venezolanos a miembros de Hamas y Hezbollah.
La trama ilegal que Seyed Badroddin Naiemaei Moosavi anudó en Venezuela fue reportada por la empresa de seguros Lloyd´s en un reporte confidencial que envío a sus directivos y clientes. Ese reporte tiene fecha del 28 de octubre 2022, y fue firmado por Chris Po-Ba, Gerente senior en Asesoría en Delitos Financieros de Lloyd´s.:
“El propósito de esta alerta electrónica es informar al mercado del envío ilícito de oro por parte de las Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) y Hezbollah desde Venezuela a Irán para recaudar fondos para actividades terroristas, facilitado por la venta de petróleo iraní, en contravención de sanciones.
Se ha informado que los vuelos directos desde Caracas (Venezuela) a Teherán (Irán) a través de Mahan Air, una aerolínea iraní de propiedad privada designada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés), está siendo utilizada como un canal ilícito para enviar oro que luego se cambia por petróleo iraní, en violación de las sanciones aplicables. Luego, el oro se vende en Turquía y otros países de Medio Oriente, para generar fondos para actividades terroristas”.
Uno de los aviones de Mahan Air que Moosavi utilizó para transportar el oro venezolano a Teherán se encuentra incautado por la justicia federal en Ezeiza. Maduro exige al gobierno que devuelva la nave a Caracas, mientras que Estados Unidos reclama que sea enviada a la Corte del Distrito de Columbia para su destrucción.
La Casa Rosada decidió remitir un pliego de preguntas a la Corte de Columbia antes de definir su posición, pese a las pruebas que ya existen en el expediente que tramita en el juzgado federal de Lomas de Zamora. Si se lee con atención la causa judicial, todas las preguntas del gobierno ya están respondidas en la prueba acumulada y en los informes remitidos por el FBI.
Maduro tiene previsto participar de la Cumbre de la CELAC, y en su eventual reunión a solas con Alberto Fernández exigirá que se devuelva la nave que aparece como perteneciente a EMTRASUR, una tapadera semántica que esconde a la verdadera propietaria del Boeing 747-300, matrícula YV-3531: Mahan Air.
Durante su posible conclave con Alberto Fernández, el líder populista obviará la relación que ató Moosavi con su gobierno para lograr los embarques de oro que se usan para financiar las actividades terroristas de Hezbollah. Maduró sólo alegará que Estados Unidos pretende apropiarse de un avión que pertenece a Venezuela.
La participación de Seyed Badroddin Naiemaei Moosavi en negocios ilegales no termina en su relación opaca con Maduro y su gabinete. El empresario iraní tiene una compañía que se llama ACS Trading co, ubicada en Dubai (Emiratos Árabes Unidos). ACS cuenta con un directorio que integran Yaser Mohamed Saleh Ahmed Moha Aquili y Nader Mohamed Saleh Ahmed Al Aquili, acusados en Estados Unidos por sus operaciones ilegales destinadas esquivar las sanciones contra Irán.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que depende de la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, estableció que Yaser Mohamed Saleh Ahmed Moha Aquili y Nader Mohamed Saleh Ahmed Al Aquili facilitaron la comercialización de petróleo iraní cuando su venta estaba prohibida por la vinculación del régimen de Teherán con ciertas operaciones terroristas en Medio Oriente.
Moosavi aguarda que el lobby venezolano desplegado en Buenos Aires permita recuperar el avión de EMTRASUR -Mahan Air que usaba para traficar oro desde Caracas a Teherán. Si finalmente el gobierno acepta las razones jurídicas presentadas por la Corte de Columbia, el empresario iraní deberá buscar otra nave para continuar -al mismo ritmo- con la financiación de los ataques que promueve Hezbollah en Medio Oriente.
Hay otros aviones iraníes que continúan transportando el oro desde Venezuela a Irán.
Moosavi es clave en la operación ilegal. Es un empresario iraní que aparece como titular de una empresa en Dubai – ACS, trading Co- que se dedica a la venta de petróleo, derivados del petróleo, alimentos y materiales de construcción. Una fachada para facilitar el tráfico ilegal de oro desde Caracas a su reducción en Turquía para financiar los atentados de Hezbollah alrededor del planeta.
Este empresario iraní controlaba la carga del oro que obtenía a precio rebajado y negociada las partidas de petróleo que debían compensar los lingotes que llegaban de forma clandestina Teherán. Una vez que el oro estaba en la capital de Irán se hacia otro viaje a Turquía para venderlo en el mercado negro. El resultado de esa operación ilegal -millones de dólares- se utilizaba para financiar los actos terroristas de Hezbollah en medio oriente.