Íngrid Betancourt se pronunció tras el informe de Noticias Caracol, en el que se conoció el testimonio del exasesor de Piedad Córdoba, Andrés Vásquez, quien sostuvo ante la Fiscalía que la exdirigente manipuló la liberación de varios secuestrados, entre ellos la candidata presidencial.
“Era una información que ya me había llegado a mí por parte de agencias de la fuerza pública”, comentó Íngrid.
Según ella, “en el computador de ‘Raúl Reyes’ habían podido leer los mensajes que se habían cruzado esta ‘Teodora’ y ‘Raúl Reyes’. Ellos daban por descontado que ‘Teodora’ era Piedad Córdoba, pero ya con el testimonio del exasesor de Piedad Córdoba esto queda ya comprobado”.
En uno de esos correos, agregó Íngrid, “ella dice: ‘No vayan a liberar a Íngrid, ella puede que sea flaca, pero ella siempre ha sido flaca’, ignorando la situación de salud extrema en la que me encontraba en ese momento”.
Fue entonces que liberaron “primero a Clara Rojas, a Gloria Polanco, a Luis Eladio Pérez, que eso fue también una bendición”, sostuvo.
Pero aseguró que “la intencionalidad de que no me incluyeran en ese grupo, la responsabilidad es de Piedad Córdoba”, añadió.
Íngrid Betancourt recalcó que “no se me cruzó por la cabeza que Piedad hubiera podido actuar deliberadamente en impedir mi liberación”.
La candidata reveló que supo sobre los presuntos vínculos de Piedad Córdoba con las extintas FARC “hace un par de años, cuando comenzamos a escribir el libro con Juan Manuel Santos y él me comentó”.
Asimismo, cuestionó a la exsenadora porque Piedad Córdoba porque después de su secuestro “se reúne con mi mamá y hermana en mi apartamento y Piedad llora y les dice que para ella mi secuestro es muy duro porque ella me debe a mí mucho por lo que hice por su liberación de los paramilitares”.
“Mi mamá sentía que Piedad era una aliada para la liberación mía”, precisó.
Pero Íngrid Betancourt consideró que la realidad “es que Piedad quería utilizar la salida de los secuestrados para ella poder fortalecerse políticamente y aspirar a la Presidencia”.