La guerra en Ucrania y la apertura comercial de China centrarán este martes el arranque del foro de Davos, que reúne cada año en Suiza a la élite económica y política mundial, y donde también se abordará la “nueva la hoja de ruta” en Brasil.
Casi un año después de la invasión rusa de Ucrania y pocos días después del bombardeo de un edificio residencial que dejó al menos 40 muertos, la guerra estará muy presente, con una importante delegación ucraniana en la estación de esquí suiza y una intervención a distancia del presidente Volodimir Zelensky.
Los equipos de seguridad se desplegaron por la ciudad y las topadoras retiraron la nieve de las calles mientras la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, y cientos de funcionarios, ejecutivos de alto nivel, académicos y activistas de todo el mundo llegaban a la ciudad para el tradicional encuentro invernal. La pandemia del COVID-19 torpedeó la cita entre paisajes nevados los dos años previos, aunque hace ocho meses se celebró una edición de primavera.
“Nos enfrentamos al colapso del mundo tal y como lo conocemos, tal y como estamos acostumbrados a él o a lo que aspiramos”, dijo Zelenska en su presentación.
Rusia sigue totalmente ausente de este foro –que durante años acogió de brazos abiertos a sus oligarcas– pero se espera una importante presencia china tras el fin de las estrictas restricciones sanitarias de Beijing por el covid.
Es muy esperado el discurso el martes del vice primer ministro Liu He, que dirigió las negociaciones durante la guerra comercial con Estados Unidos, y podría ahora relanzar la apertura comercial del gigante asiático al mundo.
“En un momento en que necesitamos más cooperación internacional en múltiples frentes, nos enfrentamos al espectro de una nueva Guerra Fría que podría ver el mundo fragmentado en bloques económicos rivales”, advirtió el lunes en un blog la secretaria general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Brasil también estará en el centro de los debates del martes, con una sesión llamada “Una nueva hoja de ruta para Brasil”, con la presencia del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y la de Medio Ambiente, Marina Silva.
Ambos están en Davos para representar al gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y buscar inversiones, en un contexto delicado para el gigante latinoamericano tras el asalto de miles de personas a las sedes de los tres poderes del Estado brasileño en Brasilia.
La deforestación en el punto de mira
Latinoamérica vuelve a tener protagonismo en Davos con la presencia de los presidentes de Colombia, Ecuador y Costa Rica, además de representantes de Perú y República Dominicana, entre otros países de la región.
Preocupa sobretodo el futuro de la Amazonía, donde jóvenes activistas como Helena Gualinga, conocida como la “Greta Thunberg de Ecuador” y que también está este año en Davos, luchan contra la deforestación y por la defensa de sus comunidades.
Greenpeace denunció de nuevo la “hipocresía” de las élites mundiales, que acuden a Davos para hablar del clima pero en jet privado: en la edición del año pasado hasta 500 vuelos de aviones privados fueron registrados con salida o llegada en aeropuertos cercanos a la estación de esquí, según un estudio encargado por la organización a la consultora holandesa CE Delft.
Por su parte la oenegé Oxfam pidió, coincidiendo con el arranque del foro, reducir el número de multimillonarios a la mitad de aquí a 2030 subiendo impuestos y aplicando políticas para hacer un mundo más igualitario
“Cada multimillonario representa un fracaso de las políticas públicas”, dijo Oxfam el lunes en un informe que aboga incluso por “abolir por completo” los multimillonarios.
El foro mundial, que se celebra desde 1971 y simboliza para muchos de los excesos del capitalismo globalizado, estará vigilado por aviones militares y 5.000 soldados para custodiar a los cerca de 2.500 participantes, según datos del gobierno suizo.
Mantener unidad y más apoyo militar a Ucrania
Mantener la unidad europea y trasatlántica e incrementar la ayuda militar a Ucrania son las claves para terminar la contienda en ese país, según consideraron hoy dirigentes europeos en un debate en el Foro de Davos, donde varios participantes insistieron en la importancia estratégica de suministrar tanques modernos a Kiev.
El ministro español de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, destacó la importancia de esa unidad, “tanto en los objetivos como en los valores del estado de derecho, del rechazo a la guerra. “Todos miramos al futuro de la integración europea y rechazamos ese pasado oscuro de la guerra”, dijo.
Albares participaba en una mesa de debate con el presidente de Polonia, Andrzej Duda, y el de Lituania, Gitanas Nausėda, entre otros, quienes insistieron en que la Unión Europea debe tomar la decisión de enviar tanques Leopard a Ucrania.
El político español recordó que en pocos días tendrá lugar un consejo de ministros de Defensa comunitarios “donde se esperan decisiones muy importantes, y queremos que se tomen unidos, porque es lo mejor”.
Destacó que debe quedar claro que “ningún país europeo está en guerra”, que “la OTAN no es parte de esta guerra” aunque estos países envíen armas a Ucrania, pero que “es la guerra de Rusia”.
El presidente polaco, Andrzej Duda, insistió en que Ucrania ha lanzado el mismo mensaje desde el principio de la guerra: “armas, armas y armas, necesitamos armas y apoyo militar” y que el presidente Volodímir Zelensky le ha dejado claro que necesitan “tanques modernos, es la única forma de parar la invasión”.
“Hace cinco días anuncié nuestra decisión de enviar 14 tanques Leopard a Ucrania, pero estamos tratando de lograr más apoyo de los socios”,dijo.
“Nosotros ya enviamos al principio de la guerra más de 260 tanques viejos, que teníamos aun de los tiempos de la URSS, no los teníamos en nuestras reservas, los sacamos de nuestras unidades militares, y es más de lo que nos podemos permitir, pero era un momento crucial, las fuerzas rusas estaban alrededor de Kiev”, añadió.
Según Duda, “esto fue el principio del apoyo militar a Ucrania. Ahora esperamos que los tanques Leopard abran un nuevo capítulo”.
Gitanas Nausėda, presidente de Lituania, también subrayó que “alguien tiene que dar el primer paso, los tanques son ahora un factor muy estratégico” y dijo desear con fuerza que el canciller alemán, Olaf Scholz, se decida finalmente.
Las dudas y la polémica en Alemania sobre este asunto llevaron ayer a la dimisión de la ministra alemana de Defensa, Christine Lambrech, y ahora una de las tareas de su sucesor o sucesora será tomar una decisión sobre el envío a Ucrania de carros blindados de combate tipo Leopard después de que Alemania ya aportara blindados de defensa Gepard y Marder.
Berlín insiste en hacer cualquier anuncio de envío de armamento a Ucrania junto con otros socios.
Preguntado al respecto, Albares dijo hoy que “la forma de actuar de España en esta guerra es que, en cada etapa, hacemos lo que creemos que es lo mejor para ayudar a Ucrania a defender su soberanía e integridad territorial, y para traer la paz lo antes posible”.
La opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya manifestó que una victoria de Ucrania será una oportunidad para que el pueblo bielorruso se libere de la dictadura de Aleksandr Lukashenko.
(Con información de AFP, AP y EFE)