De Guarenas a Guangzhou, esta joven mirandina se ha convertido en una reconocida modelo en China.
Cenar hallacas, pan de jamón, pernil y brindar en familia con el tradicional ponche crema, en su casa natal en Guarenas – Miranda, es lo que más extraña Irina García.
Vive en la actualidad en Guangzhou, una extensa ciudad portuaria al noroeste de Hong Kong en el río de las Perlas. «Estoy aquí desde 2017, al principio fueron muy duras las navidades», recuerda.
Llegó a China con el respaldo de la agencia de modelaje en la que trabajaba en Caracas. Inmediatamente se enamoró de la ciudad, que cuenta con arquitectura vanguardista, como la Ópera de Cantón de Zaha Hadid (conocida como las «dos piedras»); el Museo de Cantón tallado con forma de caja; y el icónico rascacielos de la torre de televisión de Cantón, con forma de un reloj de arena delgado.
Todos y cada uno de estos emblemáticos edificios, han servido en los últimos cuatro año de escenario para que Irina García modele ropa de las más reconocidas marcas asiáticas.
Su carrera de modelo se disparó en pocos meses, por lo que no lo pensó dos veces y decidió echar raíces, aunque su corazón y pensamiento está en su natal Guarenas, donde, especialmente en Navidad, sueña con estar en familia.
«Debo admitir que no soy nada familiar», cuenta entre risas a PULSO, agregando que desde que vive en China valora más la familia y las tradiciones venezolanas.
«Los primeros años aquí me tocó trabajar el 24 y 31 de diciembre y no comí nada tradicional, pude hablar un poco con mi mama por teléfono, fue duro», recuerda.
En 2018 mejoró porque logró que su novio se fuera a vivir con ella, «no me sentí tan sola, aunque no lo creas hay una comunidad grande de venezolanos, aquí hay un pueblo que se llama Empin donde se habla español porque hay muchos chinos venezolanos».
Aunque está a dos horas en vehículo de su casa, suele viajar hasta este poblado para poder comer comida venezolana, «hay un restaurante de comida criolla y me gusta ir» .
Para este año Irina tiene una meta: preparar sus propias hallacas. «Si Dios quiere prepararé mi plato navideño para el 24, eso me conecta con mis raíces, con mi amada Venezuela».
Tradiciones venezolanas
«Estoy muy orgullosa de ser latina aquí y más de ser venezolana. Los chinos son muy abiertos, tienen sus tradiciones como el festival de la primavera, el año nuevo chino, pero he visto que cada año están más abiertos a nuestra tradiciones» .
Asegura que este año muchos chinos celebraron Acción de Gracia y se preparan para navidad. «Aquí la ciudad es muy iluminada por lo que sientes que estas todo el año en Navidad. En los centros comerciales siempre hay alguien vestido de Santa, esas fechas los centros comerciales son muy movidos porque ellos – los chinos- saben que nosotros los celebramos y aprovechan».
-El 24 me gusta cenar, comprarme algo de navidad, una pijama, mandar regalos para mi casa. Este año tengo una pijama de duende. me gusta quedarme despierta y el 25 es tradicion para mi ver películas de navidad todo el día, me recuerda mi niñez.
Feliz año relajada
«Fui una niña muy feliz que tuve navidades felices, esa es una de nuestas tradiciones. Me encanta vivir aquí y las oportunidades de trabajo que tengo», agrega Irina.
Asegura que tras varios años, finalmente se puedo dar el lujo de no trabajar el 31 de diciembre. «Me gusta recibir el año relajada y feliz para que el año que entra sea así, así me lo enseñó mi abuela» .
-Me pongo mi mega pinta, como buena venezolana. Este año espero que no me agarre el ‘feliz año’ en el taxi como en los últimos dos.
Asegura que brindará por su país al sonar las 12 campanadas; «espero que el 2022 sea el año del cambio para mi Venezuela. La comunidad de venezolanos en China estamos trabajando muy duro para dejar el nombre del país en alto. Aquí hay muchos músicos, cantantes, profesores, estudiantes, modelos, empresarios, gente que evoluciona honradamente, que llevamos el tricolor nacional en alto».
Daniel Murolo
