Uno de los argumentos del titular del despacho de educación es no tener competencia para respetar la contratación colectiva del magisterio que continúa vigente y quedó de la gestión de Elías Jaua. Dicho acuerdo contempla un salario de 8 salarios mínimos en adelante para los docentes.
Documento que terminó en letra muerta desde que asumió Istúriz y puso a los docentes a pasar trabajo.
El representante de los maestros en Caracas Edgar Machado denunció la persecución de maestros si participan en el paro. A pesar de amenazas de suspensión de salario indicó que 70% de los profesionales de la educación se han mantenido en las calles o de brazos caídos en exigencia de sus reivindicaciones.
Denunció incluso qué instituciones de La Vega, Coche y Petare se coordinaron actividades recreativas para dar la ilusión de “una normalidad que no existe”.
Durante el segundo día de paro Griselda Sánchez secretaria de reclamo de la FVM encabezó un plantón frente al despacho de educación. A viva voz denunció la precariedad de los alimentos que son enviados a través del Programa de Alimentación Escolar.
«Para una sola escuela en Caracas envían pollo. El resto come arroz puro o con lentejas sin aliños». La dirigente criticó que federaciones nacionales resten mérito a la lucha y dejen de lado el viacrucis de los educadores que cada día viven peor.
Francisco Yañez relató lo duro de ver a sus alumnos desmayarse cantando el Himno Nacional. Este maestro debe caminar desde el municipio Sucre hasta Coche cuando el transporte escasea. Con una pancarta en su mano dijo estar dispuesto a seguir reclamando mejores condiciones. Reivindicaciones acordes a su sacrificio para formarse como maestro.
Frente al Ministerio de Educación nos topamos con la profesora Elsa Castillo. Tiene más de 20 años impartiendo conocimientos. Como es común su elocuencia despertó los aplausos de sus colegas al pedirle al constituyente Francisco Torrealba que intercambien su salario, al responderle a lo dicho en el parlamento «que los maestros se arropen hasta donde les alcance la cobija».
«Que venga y viva con mi salario a ver si puede y que me de a mi su sueldo de político, que ellos de lado y lado están gordos y no es precisamente por comer solo carbohidratos. Ellos si comen carne y los alumnos en las escuelas pasando hambre».
Los profesores continuarán en protesta hasta lograr sus reivindicaciones. No descartan ir a un paro indefinido por en rechazo a sus pésimas condiciones laborales.
