La luz al final del túnel. Italia permite desde este miércoles, después de casi tres meses de cierre debido a la pandemia, la libre circulación entre regiones y la apertura de sus fronteras a los países de la Unión Europea, al tiempo que el primer ministro, Giuseppe Conte, anunció el inicio de la fase 3, en el marco de las medidas de flexibilización en la búsqueda de la llamada «nueva normalidad».
«Las cifras desde la reapertura del 4 de mayo (inicio de la fase 2) son alentadoras», dijo Conte, quien agregó que «merecemos la sonrisa y la alegría, pero es bueno recordar que si estamos entre los primeros en reiniciar las actividades en Europa es porque hemos aceptado todos los sacrificios juntos».
Asimismo, el jefe del Gobierno recalcó que «el virus no ha desaparecido», por lo que invitó a «no abandonar la precaución y continuar con la distancia de seguridad y con el uso de mascarillas».
Según los más recientes datos, Italia registra más de 33 mil muertes, con más de 230 mil personas contagiadas por el covid-19.
Movilidad sin condiciones
Y después de algunas divisiones entre los presidentes de región, sobre todo en el sur y en las islas, que temían la llegada de ciudadanos del norte, donde aún se produce el mayor número de contagios, finalmente se impuso una «circulación sin condiciones», aunque cada región ha elegido medidas para detectar posibles positivos.
Es así que el presidente del Lazio, cuya capital es Roma, Nicola Zingaretti, firmó una ordenanza que establece controles y mediciones de la temperatura de todos los pasajeros que lleguen desde trenes, aviones y barcos. A quienes superen la temperatura de 37,5 se les pondrá en aislamiento y se les realizará una prueba rápida del coronavirus.
En Cerdeña, donde el presidente Christian Solinas quería introducir la obligación del pasaporte sanitario, finalmente se conformará con un registro obligatorio para quienes lleguen a la isla y rellenen un cuestionario que también rastreará los movimientos internos.
El cuestionario debe completarse en la página web de la región antes de la salida, o mediante la aplicación «Safe Sardinia» para realizar un seguimiento voluntario de los contactos.
Por otro lado, en Campania, cuya capital es Nápoles, todos los viajeros que llegan a las estaciones de tren desde otras regiones o en el aeropuerto deberán someterse a la detección de la temperatura corporal y, en el caso de un valor igual o superior a 37,5 grados se les realizará una prueba rápida de Covid-19.
En Apulia todas las personas que ingresan desde otras regiones o desde el extranjero, con medios de transporte públicos o privados deben completar el formulario en el sitio web institucional de la región.
Las personas deben declarar el lugar de origen y el municipio en el que se hospedan, mantener durante 30 días la lista de los lugares visitados y las personas que se reunieron durante la estadía.
Con la libertad de movimientos, se formaron largas filas de automóviles en Messina, Sicilia, para poder llegar al continente. Se registra también un aumento significativo en el número de pasajeros que van a las estaciones principales de trenes en Milán.
Actividad aérea internacional
Por otro lado, la ministra de Transporte, Paola De Micheli, acudió a la estación de Términi, en Roma, para confirmar como se está desarrollando la llegada de trenes y la medición de la temperatura.
También se trató del primer día de reapertura de las fronteras sin la necesidad de cuarentena para los ciudadanos de los países Schengen, por lo que se intensificó la vigilancia en los aeropuertos del país, como el de Fiumicino, en Roma.
En el aerodromo de la capital hay previstos cien vuelos entre salidas y llegadas, de los cuales unos sesenta en rutas nacionales, y de éstos, unos veinte hacia y desde el norte de Italia. Se reanudan así los vuelos de Air France, KLM y de Alitalia a Nueva York.
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