La investigación por el choque en pista el martes entre un vuelo comercial y un avión de la Guardia Costera en el que fallecieron cinco personas ha comenzado este miércoles en Tokio, en un suceso que ha dejado cinco muertos y más de 300 vuelos cancelados.
El Ministerio de Transporte, a través de su Comisión de Seguridad en el Transporte (JTSB), está investigando el accidente en el aeropuerto tokiota de Haneda, uno de los más transitados del país, después de que un vuelo comercial de Japan Airlines (JAL) procedente de Sapporo colisionara con el avión de los guardacostas que se encontraba en pista.
La JTSB, que investiga las causas de los accidentes aéreos, envió esta mañana a seis especialistas al lugar del suceso con el fin de comenzar las pesquisas, en un caso que se sospecha pudo tratarse de negligencia profesional.
A su vez, Airbus, fabricante del avión comercial, ha anunciado también el envío de un equipo de especialistas para proveer asistencia técnica en las investigaciones.
El accidente se produjo poco después de que el avión de JAL, un Airbus A350, aterrizara a las 17.47 hora local en Haneda y chocara con la nave la Guardia Costera, lo que hizo que ambos se incendiaran.
Según detalló la cadena estatal japonesa NHK, el controlador aéreo habría dado instrucciones al avión de la Guardia Costera de Japón para que se dirigiera a un punto antes de ingresar a la pista, mientras que otros informes apuntan a que el capitán de esta nave había recibido permiso para despegar.
El avión de JAL también había recibido el permiso para entrar a la pista, según dijo la compañía.
Los 379 ocupantes del vuelo comercial lograron ser evacuados, aunque 14 de ellos resultaron heridos, mientras que de los seis ocupantes del avión de los guardacostas, solo el capitán, que salió gravemente herido, logró salvar la vida.
La aeronave de la Guardia Costera se disponía a transportar comida y agua para los afectados por el fuerte terremoto que golpeó la costa occidental del centro de Japón el lunes.
EFE