Los acontecimientos ocurridos en Rusia durante el fin de semana muestran la «debilidad» y la «fragilidad» del régimen ruso, afirmó este lunes el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.
La insurrección armada del jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, «demostró lo difícil y peligroso que es para el Presidente [Vladimir] Putin apoyarse en mercenarios que se han vuelto realmente contra él», declaró Stoltenberg.
Stoltenberg añadió que no está claro qué ocurrirá en Rusia en los próximos días y semanas. Añadió que los aliados de la OTAN no deben cometer el error de «subestimar» a Moscú.
«Así que tenemos que seguir prestando apoyo a Ucrania, eso es exactamente lo que la OTAN y los aliados de la OTAN están haciendo con apoyo militar, pero también apoyo a largo plazo. Y eso es en cierto modo lo que podemos decir hoy sobre los efectos en el campo de batalla en Ucrania», dijo durante una rueda de prensa en Lituania, junto al ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, y el presidente lituano, Gitanas Nauseda.
Prigozhin acusó el viernes al ejército ruso de atacar un campamento de Wagner y matar a una «enorme cantidad» de sus hombres. Prometió tomar represalias por la fuerza, insinuando que sus fuerzas «destruirían» cualquier resistencia, incluidos los controles de carretera y los aviones.
El sábado, Prigozhin anunció que retiraba sus fuerzas de una marcha hacia Moscú, poco después de que el gobierno bielorruso afirmara que el presidente Alexander Lukashenko había llegado a un acuerdo con él para detener el avance. Prigozhin afirmó que el movimiento se ajustaba a un plan no especificado y pretendía evitar el derramamiento de sangre rusa.
Funcionarios bielorrusos dijeron que no pueden confirmar si Prigozhin ha llegado al país o cuál será su estatus.
