El mundo de la panadería es complejo y a la vez maravilloso, pero para llegar a ese punto siempre hay que ir un poquito más allá. Juan Banús es uno de los voceros de esta creencia. El caraqueño abrió su negocio a partir de un hobby que se volvió su principal fuente de ingresos. Sin embargo, nunca quiso encasillarse en la preparación de pan tradicional. Fue más allá y, atraído por el arte detrás de las técnicas artesanales, hoy en día es conocido por hacer posible una panadería personalizada en Venezuela.
Es producto a la medida porque ha recibido pedidos de pan con cualquier tipo de especias, frutas y sabores. Banús, que es médico, buscó también la manera de contar con su propio negocio debido a la crisis del país.
Empezó con la batidora y el horno de su casa. Los panes que preparaba se los ofrecía a sus amigos. Las opiniones que recibía eran que, al comer una canilla, los llevaba a la niñez y a recordar ese sabor y calidad que no habían vuelto a probar.
En 2017, el negocio de Banús fue creciendo poco a poco. Hizo simultáneamente un curso intensivo de panadería y una maestría en hojaldres. Se graduó y sus maestros lo reconocieron como el primero de la clase en el Instituto Europeo de Pan (IEPAN). Más adelante decidió empezar su propia firma, La Miga Artisan Bakery.
La fama del negocio creció con los comentarios de quienes probaban sus creaciones. Su representante siempre procuró enfocarse en el pan artesanal por querer rescatar la calidad y ofrecer al venezolano una experiencia sensorial diferente.
Hace cuatros años fue contactado por la periodista gastronómica Adriana Gibbs. La reconocida escritora se interesó en sus tres productos más vendidos para la época: el panettone, el pan rústico y tartaleta de frutas. A partir de ese momento, el caraqueño empezó a recibir encargos para eventos de casas importadoras de vino en el país.
Ofrecer un producto único y de buena calidad le ha abierto las puertas para que su marca esté presente en eventos en las embajadas de Argentina y España. Además, Banús ha trabajado con empresas como Iregua, Grupo Vinorama y Licores Mundiales.
Otros proyectos al horno
Banús fue reconocido como el panadero número 30 en Venezuela en el libro Soy Panadero. Un homenaje a los artesanos del pan en Venezuela.
Su catálogo de opciones no se limita a ningún paladar. Él ofrece desde el tradicional pan de jamón, pizzas, bagels y tartaletas hasta preparaciones sofisticadas que van desde ciabattas hasta panes de carbón activado.
“La panadería es algo que me atrapó. Estar en este mundo también me ha dado la oportunidad de ser uno de los primeros en dictar catas de pan como profesor invitado del diplomado de vinos y destilados de la Universidad Metropolitana en Caracas”, comentó el caraqueño.
Banús también se ha propuesto introducir algunos panes de la más alta calidad y de otras culturas al mercado venezolano. El joven aspira a que las preparaciones, a partir de la masa madre natural, puedan ser conocidas por los ciudadanos. También aquellas fórmulas a base de verduras como la espinaca o la remolacha.
“La gente me dice que quiere un pan con unas características específicas. Y aunque sea muy difícil y que nunca lo haya hecho, siempre busco la manera de darle vuelta para que el cliente tenga lo que alguna vez imaginó”, agregó.
Hoy en día, gracias a sus innovaciones, su panadería ofrece una opción fresca, de calidad al caraqueño. Banús asegura que el destino de La Miga Artisan Bakery siempre estará enlazado con Venezuela. La marca seguirá trabajando para continuar ofreciendo la panadería que pueda significar un respiro para el venezolano y que refleje el tradicional pan nacional, llevado a los roces de la perfección.
Con información de nota de prensa.