«Hagan su cola», fue la orden que recibieron los jubilados por parte de representantes de la Gobernación de Miranda que, a pesar de la cuarentena, entregó la mañana de este sábado cajas CLAP en la plaza Bolívar de San Antonio de los Altos.
Una larga cola de personas de la tercera edad, los más vulnerables al Covid-19, se formó desde temprano, lo que generó el rechazo de los residentes de la zona.
«Muchos de esos abuelos se tuvieron que venir caminando hasta aquí y quién sabe como se regresarán a sus hogares», reseñaba uno de los comerciantes de la zona, quien pidió a las autoridades regionales un poco de «sentido común».
«Deberían llevarles las cajas hasta su casa si de verdad les importa la vida de ellos, porque hacerlos venir hasta acá y obligarlos a hacer cola es criminal en medio de la pandemia», agregó otro residente.
Mientras que los beneficiados, a pesar de cumplir con el protocolo sanitario, dicen sentir miedo. «Nos dijeron que mantengamos la distancia, pero cuándo me toque regresar a mi casa estaré expuesto, es una falta de consideración», reseñó.
La falta de alimentos, agua y gasolina obliga a muchos a romper la cuarentena. Desde la semana pasada se registran kilómetricas colas en las Estaciones de Servicio para cargar combustible. El panorama es similar cada mañana frente a supermercados y abastos.
«No me puedo quedar en casa sino tengo comida, no sé qué traerá la caja, pero es lo único que tenemos para vivir», dijo otra de las jubiladas, quien criticó que no permitan que otros familiares retiren el beneficio.
«Si les importara de verdad nuestra salud permitieran que nuestros nietos o hijos retiren ellos este beneficio para nosotros cumplir con la cuarentena», denunció.
Redacción El Tequeño
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