El Tribunal Superior de Londres dictó este jueves que el rey español emérito, Juan Carlos I, no tiene inmunidad legal en Inglaterra tras su abdicación, y por tanto procede la demanda por acoso interpuesta en su contra por su examante Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
El juez Matthew Nicklin debía decidir si el monarca emérito puede ser juzgado en la jurisdicción inglesa, antes de evaluar la demanda de Sayn-Wittgenstein, que lo acusa de acoso, seguimiento ilegal y difamación desde la ruptura en 2012 de su relación, que entablaron en 2004.
«Mi decisión es que no se ha demostrado ninguna de las bases por las que se reclamó la inmunidad estatal. Por lo tanto, la demanda procederá», afirma el magistrado en su dictamen.
Nicklin se ha pronunciado tras escuchar el pasado diciembre los argumentos de las partes.
Los abogados del padre de Felipe VI defendieron su inocencia y sostuvieron que no podía ser procesado al ser miembro de la Familia Real española y ex jefe de Estado, por sus actos cometidos en parte cuando aún era rey de España.
Los representantes de Corinna alegaron por su parte que, tras su abdicación el 18 de junio de 2014, don Juan Carlos ya no está protegido por la inmunidad que se confiere a los jefes de Estado al amparo de la legislación británica.
El juez resolvió que el emérito «ya no es soberano o jefe de Estado» ni tampoco forma parte de la Casa Real de Felipe VI –aunque sea miembro de la familia–, lo que le hubiera dado el derecho a la inmunidad.
«Rechazo la afirmación del demandado de que, a pesar de su abdicación, su posición constitucional en España significa que sigue siendo un ‘soberano’ y tiene derecho a la inmunidad personal», afirma el magistrado en su dictamen.
Nicklin reconoce que, tras abdicar en 2014, Juan Carlos I «ha disfrutado de cierto estatus y privilegios recogidos en el Real Decreto 470/2014» y «sigue formando parte de la Familia Real española».
Constata además que, antes de su retirada de las funciones públicas, representó al Rey y al Estado español en varios eventos.
Sin embargo, concluye: «Si bien está claro que el demandado conserva un estatus especial y sin precedentes de ‘Rey Emérito’ según la ley y la Constitución de España, es igualmente claro que solo hay un Rey de España y un jefe de Estado de España y, desde el 19 de junio de 2014, es su hijo, el Rey Felipe VI».
Nicklin establece asimismo que los hechos que recoge la demanda de Sayn-Wittgenstein no pueden considerarse «una actividad gubernamental o soberana», sino que serían «actos privados» de Juan Carlos después de una relación amorosa.
En un comunicado remitido a EFE, Robin Rathmell, abogado de la empresaria danesa, ha declarado que «la decisión de hoy es una muestra de que este demandado no puede escudarse tras su posición, poder o privilegios para esquivar esta demanda».
«Juan Carlos de Borbón y Borbón deberá ahora rendir cuentas ante un tribunal por su conducta en tanto que particular. Este es el primer paso en el camino hacia la justicia. Los espantosos hechos de este caso se presentarán por fin ante un tribunal», afirma el letrado.
En diciembre de 2020, Corinna zu Sayn-Wittgenstein presentó una demanda en el Tribunal Superior de Londres contra su antiguo amante por acoso desde 2012 hasta la actualidad, incluidas «amenazas y vigilancia ilegal encubierta y abierta por parte de agentes del antiguo rey», señala el despacho jurídico Kobre & Kim.
Su cliente solicita al tribunal, entre otras cosas, que emita una «orden de restricción», que podría conllevar medidas de varios tipos para evitar el presunto acoso, según el bufete.
El fallo del Superior llega seis días antes de que el 29 de marzo los reyes Felipe VI y Letizia asistan en la Abadía de Westminster de Londres al funeral en memoria del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, esposo de Isabel II, fallecido el 9 de abril de 2021 a los 99 años.