La justicia no perdió tiempo en Ucrania, donde sus autoridades condenaron a cadena perpetua a Vadim Shishimarin, un comandante de tanque de 21 años acusado de asesina a un sexagenario en la aldea de Chupakhivka, noreste del país.
El hecho ocurrió el pasado 28 de febrero, luego que el uniformado recibiera la orden de disparar contra el ciudadano desde un automóvil.
Este fue el primer juicio por crímenes de guerra que se realizó en Ucrania tras la invasión rusa.
El pasado 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció a Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. Estos territorios, mayoritariamente rusoparlantes, son considerados como ucranianos por parte de Kiev y gran parte de la comunidad internacional, sin embargo, Rusia ha esgrimidos argumentos históricos para calificarlos como naciones autónomas.
La crisis entre ambos países empeoró, tras la orden del Kremlin de invadir esa zona, con la intención de «pacificar y mantener la paz».
Tres días después, inicio de la operación militar con la excusa de «proteger» a la población rusa en esas regiones controladas desde 2014 por las milicias separatistas prorrusas apoyadas por Moscú.