La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, instó hoy a los Estados miembros a comprometerse a aumentar el gasto militar en la senda del 5 % del PIB durante la cumbre de la OTAN de la próxima semana porque «Europa está bajo ataque».
«Cada país europeo, cada socio de la OTAN, tiene que pensar en defensa», dijo Kallas en un debate en el Parlamento Europeo sobre la cumbre ministerial de la Alianza Atlántica, que se celebrará en la ciudad neerlandesa de La Haya del 24 al 26 de junio.
La alta representante aseguró que «vivimos tiempos muy peligrosos y difíciles» en los que Rusia «es ya una amenaza directa» ya que viola el espacio aéreo europeo, maniobra en sus fronteras, ataca aviones, trenes, infraestructuras energéticas y cables de internet y «recluta criminales para llevar a cabo sabotajes».
«El año pasado, Rusia gastó más en defensa que la UE conjuntamente (…). Este año, más que en salud, educación y política social combinada (…). No inviertes tanto en defensa si no planeas usarla», señaló Kallas, quien agregó que «en un año, la situación geopolítica ha cambiado tanto que ahora miramos al objetivo del 5 %» el PIB dedicado a la defensa.
La ex primera ministra liberal de Estonia detalló algunas de las herramientas de flexibilidad fiscal que propone Bruselas para facilitar que se aumente el gasto militar y vinculó la necesidad de defender a la UE con la ayuda a Kiev.
«Tenemos que hacer más por Ucrania, por nuestra propia seguridad también» porque «si no ayudamos más a Ucrania, deberíamos empezar a aprender ruso», dijo Kallas, parafraseando al secretario general de la OTAN, el neerlandés Marc Rutte.
En el día de su 48 cumpleaños, la alta representante añadió que Rusia supone ya una amenaza de «360 grados en el mundo» porque está involucrada también en operaciones en Siria, Sudán o Libia y aseguró que Moscú «es una amenaza para la seguridad global».
En el turno de réplica, el eurodiputado español del Partido Popular (PPE) Nicolás Pascual de la Parte llamó a «reforzar» los vínculos de la Unión Europea con Estados Unidos y sugirió abrir el «debate sobre la aplicación geográfica de la OTAN» porque el Indo-Pacífico y el Atlántico están «interrelacionados».
El socialdemócrata griego Yannis Maniatis, por su parte, llamó también a «hacer todo lo posible para alcanzar ese 5 %» de gasto militar y reforzar la relación de la UE con la OTAN pero sin que estos gastos supongan un «detrimento de la justicia social», sino como complemento a «un escudo social que proteja a los más débiles».
En su intervención, el ultraderechista austríaco Harald Vilimsky, del grupo de los Patriotas para Europa, dijo que la UE se construyó para lograr «paz y bienestar y no como alianza militar» y criticó la «política de expansión hacia Oriente» de la OTAN, que «es parcialmente responsable de que estallara el conflicto entre rusos y ucranianos».
El reformista checo Alexandr Vondra (ECR) apoyó el objetivo del 5 %, mientras que la liberal francesa Valerie Hayer (Renovar Europa) también apeló a «acercarnos al 5 %», pidió «crear un mercado militar único» y «una academia militar europea», y ofreció «hacer extensivo el paraguas militar francés».
Desde las filas ecologistas, el europarlamentario alemán Bas Eickhout se mostró de acuerdo con invertir más en defensa pero se preguntó «quién va a pagar» y pidió adquisiciones comunes, emisión de deuda conjunta, la exención del gasto militar de las reglas presupuestarias y crear un impuesto sobre los beneficios extraordinarios en el sector de la defensa.
El belga Marc Botenga dijo en representación del grupo de La Izquierda, que «la OTAN ya gasta ocho veces más que Rusia en armas» y aseguró que el incremento del gasto «no es dinero para defenderse, sino para atacar: mañana a Irán y pasado mañana a China».
«Nosotros queremos la seguridad social y no vuestra guerra mundial», concluyó.
Por su parte, el alemán de extrema derecha Rene Aust, del Grupo de las Naciones Soberanas, aseguró que no se necesita una «burocracia militar europea» sino «asumir mayor responsabilidad» de la mano de Estados Unidos».
En el turno de contra-réplica final, Kallas reconoció que «hace falta apoyo público» al aumento de las inversiones militares, pero «también hay que hacer sacrificios».
«El problema de las inversiones en defensa es que, cuando se necesitan, ya es tarde», dijo la jefa de la diplomacia europea, quien agregó que «si no nos tomamos en serio estas amenazas, todo lo que hagamos en otros ámbitos va a ser en vano».
«Rusia no quiere la paz (…). Para que haya paz, tenemos que prepararnos para la guerra», zanjó.
EFE