Los representantes que Moscú ha instalado en la región ucraniana de Jersón, en el sur del país, se preparan para abandonar los territorios que aún ocupan en lo que parece un inicio de retirada, aseguró este martes la portavoz del Comando Sur ucraniano, Natalia Humeniuk.
En declaraciones al Canal 24 de Ucrania, que difunde el medio The Kyiv Independent, Humeniuk agregó que estos representantes se van de la zona «llevándose toda la documentación y las cosas que han saqueado» durante la ocupación.
Jersón es una de las cuatro regiones ucranianas, junto a Zaporiyia, Lugansk y Donetsk, que Rusia se anexionó unilateralmente el pasado mes de septiembre, sin haber logrado el control total del territorio.
En el caso de Jersón, el ejército de Kiev logró recuperar su capital y otras áreas el pasado mes de noviembre, mientras los rusos retiraron sus efectivos a la orilla este del río Dnipro, que divide la región en dos y desde donde han continuado atacando a los ucranianos.
«Esta es una señal de que se está preparando otro ‘gesto de buena voluntad’» ruso, dijo Humeniuk en tono satírico usando la expresión que Moscú empleó para justificar que sus tropas fueran forzadas a abandonar los alrededores de Kiev y otras regiones ucranianas previamente ocupadas.
La responsable militar no dio más detalles de las razones por las que se está produciendo esta retirada, que no puede ser confirmada por fuentes independientes.
Según Humeniuk, el ejército ruso utiliza a la población civil que vive en la costa del Mar Negro, en esta región y en la vecina de Mykolaiv como «un escudo humano».
“Están colocando sus posiciones de tiro, incluidos los MLRS (sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple), justo en los patios traseros de los residentes locales. Esto nos dificulta responder, pero no es del todo imposible”, dijo Humeniuk.
Agregó que sus unidades siguen “monitoreando sus maniobras, movimientos e intenciones. Creo que pronto podremos informar sobre buenos resultados”.
La supuesta retirada de las fuerzas rusas de la zona coincide con el incremento de la ofensiva rusa en el frente oriental, en la región de Donetsk, donde ambos bandos centran sus esfuerzos en controlar la ciudad de Bajmut, que se ha convertido en un símbolo geoestratégico para rusos y ucranianos.