Luego de 2 años y medio de pandemia el teletrabajo y la teleducación parecen ser uno de los tantos factores que la sociedad adaptó con la llegada del coronavirus.
Miguel Santos compartió que lleva más de un año trabajando desde casa como profesor de diseño gráfico. Resalta que esta modalidad brinda ciertas oportunidades como mejor manejo del tiempo y la posibilidad de tener varios trabajos a la vez para aumentar los ingresos económicos.
Sin embargo, resalta que para esto se necesita tener una buena área de trabajo (especialmente si se vive acompañado) para que no sea incómodo con quienes están aprendiendo y no haya interrupciones.
Baja calidad de conexión
Por su parte, Camila Barrero, quien da clases de inglés y francés, explicó a 2001 que en Venezuela el teletrabajo es más complicado que en otros países debido a la baja calidad de conexión que hay en el país.
“Debes tener un buen internet y una buena máquina para trabajar”, señaló. En internet son muchos los cursos dictados online con diferentes características.
Algunos son particulares, otros en salas de chats y por último hay videos pregrabados. Nazareth Marcano da clases de comida con varios videos de este tipo (pregrabados) para luego culminar con clases presenciales.
“Si me pongo a dar clases uno por uno el internet colapsa y la idea no es hacer que los alumnos pierdan su tiempo”, señaló la joven a 2001.
Al investigar en internet se conoció que existen clases virtuales de baile, actuación, clases académicas particulares e incluso ejercicios.
Los consultados aseguraron que el problema más grande para la teleducación son las fallas constantes de internet en muchos hogares, porque “demanda hay”, resalta Marcano.
La profesora de cocina acotó que “a las personas les gusta aprender con cursos online porque les parece más práctico y son más económicos pero si no cuentan con una conexión estable esto se les complica”.