Cuando de nuestra culinaria se trata y específicamente de los nombres que identifican a emblemáticos platos o preparaciones venezolanas, nos encontramos con muy poca información o casi nada al respecto, por tal motivo he estado desde mis inicios en este maravilloso mundo de la gastronomía, motivado a no solo saber el cómo se hace, los ingredientes que lleva, el sitio originario de cada manifestación culinaria de nuestro país, sino también a investigar, fabular, imaginar, narrar, cómo lograron denominarse de cual o tal manera, así es el caso de la emblemática Cachapa, esa dama de irresistible sabor que es hoy en día tan famosa tanto fuera de nuestras fronteras como dentro de ellas, siendo uno de los orgullos de los habitantes de estas tierras.
Se atribuye sus orígenes a la región central del país, específicamente en el área que hoy comprende el Edo. Miranda, donde los indígenas que habitaban esta zona desarrollaron esta preparación, es importante destacar que un ingrediente fundamental es el componente dulce, en consecuencia tendríamos que ubicarnos después del descubrimiento del continente Americano, como fecha de su nacimiento, ya que fueron ellos los que introdujeron la caña de azúcar por estos lares, estimamos que debe tener ya unos 300 a 250 años de antigüedad.
¿Y porque se le atribuyen a los pobladores indígenas la creación si es tan de reciente data? pues algo que nos queda de ellos que es característico de los venezolanos, es la creatividad, uno puede inferir que en esa época donde acostumbrados solo a endulzar con miel muy pocas cosas (lo normal era consumirla directamente) y la limitada cantidad de esta, que el tener acceso a una buena reserva de dulce proporcionado por el gran cultivo de caña de azúcar que se desarrollaba en el país, que estos no temieron en usarla en su dieta diaria y sobre todo en ese cereal mágico llamado maíz, pues entonces en un budare o aripo bien caliente tendieron un día esa mezcla de maíz, papelón y sal (receta original), después se le agregaría la leche y el complemento infaltable del queso blanco en sus múltiples presentaciones, donde destacan el de mano, el telita y el guayanés como acompañantes asiduos de esta dama llamada Cachapa .
Esta preparación a diferencia de las que acostumbraban a elaborar se explayaba en el budare o aripo, por lo cual lo asociaron a una expresión que en el país significa bajo, al ras de una superficie que es la palabra escachapado, de por sí es la torta más baja, por así decirlo, realizada de maíz ¡eso quedó bien escachapado! Uno se imagina que dijeron al verla cocer por primera vez y que por uso en el tiempo y deformación terminó denominándose Cachapa.
¡Si! esa mezcla que hoy para darle untuosidad le agregamos leche, y luego bien caliente le untamos mantequilla o margarina junto al queso de su preferencia (la mía con guayanés) es muy diferente a la originaria, ya que está era al final de su cocción, no tan suave como la actual, no tiene qué ser sorpresa si en cualquier parte de Venezuela la conseguimos con esa textura (quebradiza y algo dura) sobre todo en los llanos venezolanos, así fue desde el principio, pero como todo evoluciona, en la actualidad es preferida con esa suavidad que hace posible en boca el contraste de texturas y sabores entre lo dulce y salado que aportan cada uno de sus ingredientes, es tanto lo que ha crecido la Cachapa que es habitual ahora el que esté acompañada de jamón, carne mechada, plátano chorizo y pare de contar, cómo en el pasado la creatividad está presente desde sus inicios en este plato, y en el Edo. Miranda nació para toda Venezuela y el mundo. Por todo lo antes expuesto, podemos concluir que ¡La Cachapa es un orgullo gastronómico y patrimonio intangible de los venezolanos!
Wilfredo Javier Armas Oropeza
Chef
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