Al menos 5.990 civiles, incluidos 200 niños, residen todavía en la asediada ciudad ucraniana de Bajmut, en la región oriental de Donetsk, en lo que representa la primera línea de fuego entre las fuerzas de Ucrania y de Rusia.
Según informó este jueves la policía local de Bajmut, numerosos equipos de rescate ucranianos tratan de evacuar a los civiles que aún permanecen en la ciudad devastada que llegó a tener más de 70.000 habitantes.
«A pesar de que el departamento de policía está dañado (por los ataques), la unidad regular (de la policía), los equipos de investigación y operativos y de los ‘Ángeles Blancos’ (grupo de evacuación) continúan trabajando en la ciudad las 24 horas del día, los 7 días de la semana», señala el comunicado que reproduce el medio The Kyiv Independent.
Las «fuerzas regulares rusas, junto con los mercenarios del Grupo Wagner, controlado por el Kremlin, han estado intentando capturar Bajmut durante meses, mientras Rusia intenta consolidar su control sobre la totalidad de la región de Donetsk, la mitad de la cual controla actualmente», admite la policía local.
Rusia ha atacado Bajmut de forma continuada durante los últimos cinco meses para ocupar la totalidad de Donetsk, en el este de Ucrania, una de las cuatro regiones ucranianas que Moscú se anexionó el pasado mes de septiembre y que aún no controla totalmente.
La ciudad, según medios locales ucranianos, ha sido prácticamente destruida por los bombardeos y enfrentamientos entre los dos bandos y apenas dispone de servicios básicos.
La captura de Bajmut permitiría a Rusia interrumpir las líneas de suministro de Ucrania en el área y abrir una carretera principal que conduzca a las dos ciudades estratégicas en esa zona ucraniana: Kramatorsk y Sloviansk.