Las condenas a jóvenes de 16 y 17 años se han realizado «con suma racionalidad judicial». Son las palabras del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, al politólogo argentino Atilio Borón, durante la celebración de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
El objetivo de la entrevista -que se ha emitido en distintas emisoras de Hispanoamérica- no era otro que el de acallar la voz de un pueblo que llora, fundamentalmente por sus jóvenes, detenidos y encarcelados por participar en las manifestaciones pacíficas del 11 de julio de 2021. Algo que el dictador negó sin pudor.
«Se ha estado procesando judicialmente a los que cometieron delitos, fundamentalmente violentos. No se ha procesado a ninguna persona por hablar en contra de la revolución. Eso es una mentira», afirmó. Sin embargo, unas frases más tarde y en relación al asunto de los menores de edad, se le escapó: «Los jóvenes entre 16 y los 18 años que intervinieron en esto se han atendido con suma racionalidad judicial».
Cabe recordar que la propia Fiscalía cubana reconoció el procesamiento de 780 personas por hechos relevantes relacionados con las protestas del 11J, 55 de ellos menores de edad de entre 16 y 18 años. A 27 niños con edades por debajo de los 16 años, se les aplicó -según el Ministerio Público- «el procedimiento legal establecido». En consecuencia, 10 fueron internados en escuelas de formación integral y a 17 se les aplicó «la medida de atención individualizada» en su centro escolar.
A día de hoy, hay muchos menores en la situación de -por ejemplo- Jonathan Torres Farrat, de 17 años, para el que piden ocho años de cárcel. La ONG Prisoners Defenders aseguró en el informe del mes de marzo que cerca de 900 cubanos se encontraban en la cárcel por el estallido social del 11J y que se han registrado medidas contra al menos 26 adolescentes de entre 14 y 17 años.
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