“Los Chapitos fueron pioneros en la fabricación y el tráfico de fentanilo -la amenaza de drogas más mortífera a la que se ha enfrentado nuestro país-, lo introdujeron en Estados Unidos durante los últimos ocho años y mataron a cientos de miles de estadounidenses”, fueron las palabras con las que Anne Milgram, directora de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), responsabilizó a la facción del Cártel de Sinaloa encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán de la crisis de salud pública que enfrenta Estados Unidos por la distribución y consumo del potente opioide sintético.
Al respecto, el Departamento de Justicia y distintas agencias de seguridad estadounidenses dieron a conocer el pasado viernes 14 de abril que se presentaron cargos ante tres distritos federales en contra de más de una veintena de miembros del Cártel de Sinaloa y sus socios alrededor del mundo.
No obstante, las pesquisas que la DEA realizó al infiltrarse en el círculo de Los Chapitos no solo brindó detalles sobre la estructura de la organización criminal sino también sobre su forma de operar y las estrategias que han adoptado para envenenar a Estados Unidos con fentanilo.
La estrategia de Los Chapitos
Una acusación sellada emitida por el Distrito de Nueva York y consultada por Infobae da cuenta de que desde 2014 Los Chapitos comenzaron a incursionar en la producción, tráfico y distribución de fentanilo en México con la intención de inundar a Estados Unidos con el opioide sintético para abastecer “las calles de drogadictos”, según una declaración hecha por Iván Archivaldo Guzmán Salazar a sus socios recuperada por agentes infiltrados de la DEA.
s creció exponencialmente de 2019 a 2021, periodo que coincide con el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dicho repunte está relacionado a la corrupción y la violencia con la que opera la facción del Cártel de Sinaloa que encabezan los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“El Cártel también depende de la corrupción y los pagos de sobornos para proteger las rutas de tráfico de Los Chapitos, proteger a los miembros del cártel y ayudar a que los miembros del cártel eviten ser detectados y arrestados”, citó Anabel Hernández en su columna publicada en DW.
Aunque en el documento judicial del Distrito Sur de Nueva York se detalla cómo los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán comenzaron la producción de fentanilo en un narcolaboratorio improvisado instalado en una pequeña casa a las afueras de Culiacán, actualmente Los Chapitos han masificado la fabricación del opioide sintético utilizando herramientas y métodos más sofisticados como estufas industriales o prensas para tabletas.
Del mismo modo, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar cuentan con socios en China que a través de al menos dos compañías les proporcionaron los precursores químicos necesarios para la fabricación de fentanilo.
El potente efecto del opioide sintético así como la adicción que genera ha aumentado la demanda entre las y los consumidores, no obstante, ciudadanos estadounidenses han comenzado a consumir fármacos u otros narcóticos que contienen fentanilo sin saberlo derivado de una de las estrategias de Los Chapitos.
El negocio criminal
El negocio de Los Chapitos en la producción y distribución de fentanilo consiste en que, una vez que los precursores químicos han llegado desde China, éstos son trasladados hasta narcolaboratorios que la facción del Cártel de Sinaloa ha instalado en la sierra y afueras de Culiacán.
Una vez que narcótico ha sido sintetizado -ya sea en polvo o píldoras- el producto es trasladado hasta puntos estratégicos en la frontera en donde es traficado a través de distintos medios de transporte por tierra, mar o aire.
Una vez en Estados Unidos, el fentanilo es vendido por mayoreo a los socios de Los Chapitos encargados de redistribuirlo por todo el país. No obstante, es precisamente en esta parte de proceso en donde se ha puesto en marcha una infame estrategia que, de acuerdo con el documento judicial del Distrito Sur de Nueva York, consiste en hacer pasar el opioide sintético por analgésicos de venta con recetas falsificadas.
Del mismo modo, la presentación en polvo del fentanilo es mezclada por socios distribuidores de Los Chapitos con otras sustancias controladas como la heroína o la cocaína con la finalidad de maximizar tanto el efecto del narcótico como el volumen de ventas.
La falsificación de píldoras que únicamente pueden ser adquiridas con receta médica, así como la combinación del fentanilo con otros narcóticos han aumentado tanto los casos de adicción como las muertes de sobredosis en Estados Unidos. Y es que, de agosto de 2021 al mismo mes de 2022 en el país de las barras y las estrellas se registraron más de 107 mil muertes relacionadas al consumo de opioides sintéticos, como lo es fentanilo.
Bajo ese tenor, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán se han convertido en un objetivo prioritario del Departamento de Justicia y distintas agencias de seguridad estadounidenses que buscan frenar y mitigar los estragos que la producción y distribución del fentanilo que trafican Los Chapitos ha dejado a su paso.
“Demasiados estadounidenses se han convertido en víctimas de la crisis nacional del fentanilo. Estos cárteles nos han demostrado que no se detendrán ante nada para fabricar, traficar y llevar estas drogas peligrosas a todos los rincones de nuestro país”, arguyó el director del FBI, Christopher Wray.