Los precios al consumo en Estados Unidos continuaron su escalada en marzo, aumentando 6,4% en un año y 0,6% en el mes, según el índice de inflación PCE publicado este jueves, la estadística privilegiada por el banco central del país norteamericano (la Fed).
Si se excluyen los precios de los alimentos y la energía, la llamada inflación subyacente también se aceleró en un año, a 5,4%, pero se desaceleró en un mes, a 0,4%, contra 0,5% en febrero, en línea con las expectativas de los analistas.
En Estados Unidos existen dos índices que miden la inflación, el PCE y CPI. Este último, publicado por el Departamento de Comercio, subió en febrero 7,9% anual.
El índice IPC es el que se utiliza para calcular las pensiones o para fijar algunas tarifas, entre otras cosas.
Para sus estimaciones se valen de diferentes cestas de bienes y servicios, lo que explica que difieran.
Por otra parte, el gasto de los hogares aumentó en marzo a un ritmo mucho más lento que en febrero (+0,2% frente l +2,7%), con un aumento del rubro servicios y una caída de las compras de bienes.
«Dentro de los servicios, el gasto en alimentos y servicios de hospitalidad fue lo que más contribuyó al aumento. Dentro de los bienes, el gasto en vehículos motorizados y repuestos fue el principal contribuyente al aumento de la disminución», dijo el Departamento de Comercio en un comunicado.
En cuanto a los ingresos de los hogares, que se habían mantenido prácticamente estables en febrero, retomaron su alza en marzo (+0,5%), impulsados por los salarios, que crecen desde hace varios meses debido a que la escasez de mano de obra está empujando a los empleadores a ofrecer mejores condiciones, en particular financieras, para atraer candidatos.