Nicolás Maduro Moros mueve estratégicamente y, por segunda vez, el avance de una promoción cercana a Diosdado Cabello, a quien trata de frenar en su ascenso hacia el Alto Mando Militar.
Por Sebastiana Barráez / Infobae
Hasta ahora no ha nombrado, ni parece que vaya a hacerlo, a otros nuevos jefes militares. Mientras tanto, de hecho, ha delegado el control de la afectada Fuerza Armada, al General en Jefe Vladimir Padrino López, debió salir de la FANB hace ocho años, mientras se genera un tapón que impide la renovación en el Alto Mando Militar. Aunado a eso, no hay dónde colocar a tanto general de división.
Julio es un mes en el que los ojos de todos los componentes de la Fuerza Armada están activos, aumentan los rumores, las jugadas de unos para tratar de descalificar a sus rivales en los ascensos, la inquietud por la sustitución de los cargos. Este año ha tenido varios hechos que destacar.
En el 2020 Maduro pasó a retiro a toda la promoción 1987, a la que pertenece Diosdado Cabello, pero ahora trata de frenar a la promoción de los que compartieron con José David Cabello en la Academia Militar, hasta que debió abandonarla por un accidente donde perdió la mano; desde entonces el hermano menor de Diosdado ha mantenido estrecha relación con la gran mayoría de sus entonces compañeros de estudio de la promoción 1993.
Destaca el hecho de no haber pasado a retiro al Mayor General (Ej) Iván Rafael Hernández Dala, quien es el jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y de la Guardia de Honor Presidencial, es decir, quizá su hombre de mayor confianza en el mundo militar. Mantiene activo al General en Jefe (Ej) Domingo Antonio Hernández Lárez, jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofanb). Los dos Hernández cumplieron los 33 años de servicio activo el año pasado por pertenecer a la promoción 1988 “General de Brigada Manuel Manrique”.
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Un oficial le dice a Infobae que “es un caos lo que ha armado el Ministro de la Defensa con el tema de los ascensos y con la acumulación, especialmente, de generales de división, lo que sucede por haber ascendido a los mayores generales. Y no pueden dar de baja a un MG antes del tiempo de servicio, por lo que de no encontrarles lugar donde colocarlos, tendrán que mandar a algunos para sus casas, Tienen la estructura anarquizada con esa cantidad de generales de brigada, de división y de mayores generales. Esos que ascendieron ahora no sé en qué cargos los van a colocar”.
Los cambios
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El otro cambio relevante fue el del comandante de la Aviación Militar Bolivariana, para el cual designó al Mayor General Santiago Alejandro Infante Itriago, quien es piloto y egresó de la Escuela de Aviación Militar (EAM) en la promoción “Subteniente Eduardo Antonio Rivas Gruber” 1991, en el orden de mérito Nr. 2 de 35 graduandos.
El desfile
Nicolás Maduro estuvo a solo unos pasos del paseo Los Próceres y desde el palacio de Miraflores se dirigió de manera virtual a los presentes en el evento, pero eso importa mucho en la Fuerza Armada, más aún en un desfile con gran significado simbólico donde lo que hizo presencia fue un muñeco de plástico de Superbigote, lo que causó burla en unos y disgusto en otros.
Aunque muchos oficiales trataban de justificar la ausencia, en realidad estaba claro que su comandante en Jefe no se atreve a exhibirse en un evento donde podría repetirse lo sucedido el 4 de agosto de 2018 cuando hubo el intento de magnicidio en su contra con el uso de drones. Además, no tiene la confianza que tanto pregona en los hombres de armas.
La ausencia de Maduro fue contradictoria con su discurso televisado, donde aseguró que “este 5 de julio estamos aquí los hijos de la Independencia, en perfecta unión cívico-militar dispuestos siglos después a seguir pariendo patria independiente. ¡Que viva la valentía de los padres fundadores! ¡Que viva el 5 de julio de 1811!”. En realidad, lo que demostró es que no tenía confianza en los hombres y mujeres que deberían defenderlo y que tienen las armas de la República en sus manos.
La presencia de otras autoridades en la Tribuna no transmite poder para los militares que desfilaban. Y aunque Maduro estuviera en la pantalla, allí en el terreno quien estuvo fue Padrino López, quien disfrutó a sus anchas ser la máxima figura militar, que ni siquiera el comandante estratégico, que también tiene el rango de General en Jefe, logró opacar.
¿Acaso el Ministro de la Defensa va a desperdiciar la oportunidad de demostrar que tiene poder, aunque ya no tenga el liderazgo de hace unos años? Claro que no, la tentación es mucha y por ello deja intacto a su equipo, evidenciando que son los de confianza aunque ello signifique negarle el ascenso a otros que pululan por subir en la escalera castrense.
El comandante del desfile militar del 5 de Julio fue el general de división (Ej) Johan Alexander Hernández Lárez, alférez mayor de la promoción 1993 Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre II. El oficial es el Jefe de la Zona de Defensa Integral del estado Miranda y también el hermano menor del jefe del Ceofanb.
Mientras el GD Hernández Lárez solicitaba, ante el aire o ante la pantalla, permiso para iniciar el acto, aprovechó para dar un breve discurso, cargado de frases comunes, en lo que a la ideología se refiere, refiriéndose a “este cambio de época signado por la recuperación económica y el bienestar en esta nueva época de revolución y de resistencia”.
“A 20 años de ese 13 de abril, cuando el pueblo salvó la patria con la resistencia permanente. A 30 años de ese 4 de febrero, cuando un por ahora se convirtió en un para siempre. Desde este paseo monumental, ante Dios y la bandera, se presenta la FANB, rayo fulminante a quien hiere la patria”. Mencionó a Chávez como líder de la revolución y sentenció que “así como toda Venezuela, Apure es nuestro. Hoy nuestra FANB está más robustecida que nunca”, dijo el general Hernández.
Maduro, desde el Palacio de Miraflores, se dirige a la Fuerza Armada: “Les toca a ustedes ser la oficialidad bolivariana de la era Bicentenaria 2022-2030 y llegar invictos a aquel 17 de diciembre de 2030?, a la vez pidió a la FANB “mantenerse siempre alerta contra la maldición santanderista, la misma oligarquía que asesinó a Sucre y que terminará en el basural de la historia”.