Desde el comienzo de la invasión masiva de Rusia a Ucrania, 3.752 civiles han muerto y 4.062 han resultado heridos, dijo la ONU. De estos, 250 son niños.
La ONU señala que el número real de muertos es mayor, porque aún quedan muchos informer por confirmar sobre lugares donde hay intensos combates. En particular, no hay información completa sobre el número de víctimas en Mariupol, Izyum y Popasna, donde supuestamente muchos civiles resultaron heridos.
La mayoría de las muertes y lesiones reportadas fueron causadas por armas explosivas de largo alcance, incluida la artillería pesada y múltiples ataques con lanzacohetes, así como ataques con cohetes y ataques aéreos, dijo la ONU.
El pasado 21 de febrero, Vladimir Putin reconoció a Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes. Estos territorios, mayoritariamente rusoparlantes, son considerados como ucranianos por parte de Kiev y gran parte de la comunidad internacional, sin embargo, Rusia ha esgrimidos argumentos históricos para calificarlos como naciones autónomas.
La crisis entre ambos países empeoró, tras la orden del Kremlin de invadir esa zona, con la intención de «pacificar y mantener la paz».
Tres días después, inicio de la operación militar con la excusa de «proteger» a la población rusa en esas regiones controladas desde 2014 por las milicias separatistas prorrusas apoyadas por Moscú.