Fue a todos los partidos que disputó Croacia en el Mundial. Asistió al estadio Al Bayt para el 0 a 0 contra Marruecos, fue al estadio internacional Jalifa para la victoria 4 a 1 sobre Canadá, visitó el estadio Ahmad bin Ali para otro empate en cero contra Bélgica y no faltó en el estadio Al Janoub en la clasificación a cuartos de final luego del triunfo por penales ante Japón después de igualar 1 a 1 en el tiempo regular. Las agencias internacionales la encontraron entre el color de la tribuna. Los medios de comunicación de todo el mundo empiezan a hablar de ella. Es Ivana Kroll, la mujer más fotografiada del Mundial de Qatar 2022.
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En el debut de Croacia lució un traje largo y ajustado que delineaba su figura. Para el segundo duelo, apostó por un vestido corto que dejaba libres sus piernas y sus hombros. En el tercer partido, se vistió con una calza y un crop top. En octavos de final, repitió el formato: un pantalón y una remera corta. Ivana Kroll parece haber probado los límites de la aceptación local la primera vez con su catsuit con capucha. A medida que pasaban los encuentros, fue incrementando el tono de su exposición: lucía cada vez más piel descubierta. Sus outfits coincidieron en los cuadrados rojos y blancos insignia de la bandera croata y en el grado de sugestión: siempre apeló a un atuendo apretado y llamativo.
En su cuenta de Instagram tiene 1,3 millones de seguidores y 24 publicaciones desde su arribo a Qatar. Entre ellas, el extracto de un video de una cadena de televisión local que la enfoca en la tribuna subiendo las escaleras y dos fotos en las que hinchas locales recurren a sus teléfonos celulares para documentar su paso entre el público. Ella luce agradecida con la difusión. Precisamente la viralización de este retrato disparó la fama de la hincha croata. Y con la popularidad, también la controversia.
En Qatar, las mujeres nativas tienen prohibido vestirse como Ivana Kroll. No pueden utilizar escotes pronunciados ni remeras o blusas con los hombros descubiertos, no pueden usar vestidos ni shorts por encima de las rodillas, no pueden lucir pantalones rotos o rasgados, no pueden hacer topless en la plata. Para las mujeres turistas, las autoridades emitieron ciertas recomendaciones en pos de una flexibilización de las fronteras éticas de la religión musulmán: no utilizar escotes pronunciados, remeras o camisas con hombres descubiertos, vestidos o shorts cortos, pantalones rotos o rasgados. Estos rasgos de permisividad obedecen a un plan de promoción turística y una licencia por las altas temperaturas.
Ivana Kroll goza de este beneplácito. Ella misma lo expresó en diálogo con el medio TMZ Sports. Confesó que quería ser prudente para acatar las normas del país asiático y que fueron las mismas autoridades quienes le dieron el aval de usar este tipo de indumentaria: “Los locales me confirmaron que puedo usar lo que quiera”, reveló. “Pero no sabía que mi video en bikini caminando junto al mar sería tan importante. Todo el país está hablando de eso. Todos me conocen aquí y vi que me aceptaron”, agregó.
El Daily Mail recoge declaraciones de Kroll sobre el choque cultural: “Primero estaba pensando si la Copa del Mundo se llevara a cabo en Qatar, seguro que nos permitirán todo para que sea cómodo para todos los fanáticos sin ninguna de las restricciones. Entonces escuché sobre las reglas y me sorprendió. El código de vestimenta prohíbe mostrar los hombros, las rodillas, la panza y yo estaba como, ‘oh, dios mío, ni siquiera tengo la ropa para cubrir todo eso’”.
“Estaba muy enojada porque si no soy musulmana y si en Europa respetamos el hijab y el niqab, creo que también deben respetar nuestra forma de vida, nuestra religión y, al final, yo uso vestidos, bikinis porque soy católica de Croacia que está aquí por la Copa del Mundo”, se defendió y agregó: “Pero cuando llegué me sorprendió que no tuvieran problemas para vestirse, te permiten usar todo lo que quieras, excepto en los edificios gubernamentales, y al final está bien”.
Ivana Kroll sabe que en muchas partes del mundo están hablando de ella y, como influencer, lo celebra. La escalada de popularidad a la que llegó después de que una secuencia de imágenes se volvieran virales la colocaron en el foco de la polémica. Hay qataríes ofendidos con la exhibición pública que presume la mujer croata y que asumen como un agravio a su cultura: piden que sea expulsada, deportada y encarcelada.
Mohammed Hassan Al-Jefairi, un empresario local con ascendencia en la comunidad y en el gobierno local, respondió en redes sociales cuál era el supuesto interés de los hinchas locales que filmaron el descenso de Kroll por las escalinatas del estadio. Dijo que lo hacían para documentar su falta. “Solo para su información, no toman la foto porque ella les guste, sino porque no les gusta la forma en la que va vestida, de forma inadecuada para nuestra cultura. Lo puede confirmar con cualquier qatarí. Probablemente sea para denunciarla”. Ante las acusaciones, ella respondió que no tiene miedo de que la arresten.
No es la primera vez que asiste a una Copa del Mundo. La mujer nacida en Frankfurt, Alemania, en septiembre de 1992, hija de padres croatas y finalista de Miss Mundo Croacia en 2016, ya presenció los Mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018. En ambas ediciones hizo lo mismo: mostrarse con trajes y vestidos seductores. La polémica de su vestimenta se restringe a las prohibiciones, las censuras y la discriminación que sufren las mujeres en Qatar.