La implementación del parole humanitario que el gobierno de Estados Unidos llevó a cabo desde finales de 2022 para migrantes venezolanos y luego extendió a aplicantes de Cuba, Nicaragua y Haití ha llevado también a que se hayan reportado casos de estafa.
El pasado 5 de enero la Casa Blanca estableció el reglamento a seguir. El migrante debe tener una persona que patrocine su estadía en EEUU, para lo cual debe de seguir una serie de procedimientos ante las autoridades del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).
Por lo general, los patrocinadores suelen ser personas próximas al interesado, como familiares o amigos; pero también hay casos en que ciudadanos anónimos, muchos de ellos estadounidenses, se ofrecen a ayudar a algún migrante de manera altruista.
Sin embargo, esta buena voluntad ha dado también paso a la picaresca.
Los ofrecimientos para ser patrocinador de un algún migrante, que se anuncian en distintas redes sociales, se basan en el cobro de miles de dólares a pagar en el lugar de residencia del candidato y el resto del monto económico al culminar los trámites legales.
Las autoridades estadounidenses publicaron en octubre una guía de información que aclara que un patrocinador puede aceptar apoyar a más de un beneficiario, pero debe presentar un Formulario I-134 por separado para cada uno.
En cualquier caso, el gobierno de EEUU lanzó avisos inmediatamente alertando sobre posibles acciones fraudulentas y lo hizo por medio de sus embajadas.
“El acceso al proceso de parolees gratuito. Ni el partidario con sede en EEUU ni el beneficiario en Cuba están obligados a pagar una cuota para presentar el formulario o para ser considerado. Tenga cuidado con las estafas de cualquiera que le pida dinero”, alertó la embajada estadounidense en La Habana.
Julio Cruz, un cubano que busca migrar a EEUU detalló en declaraciones a la Voz de América las dificultades que afronta actualmente debido a su insolvencia económica. “Si lo tuviera sí […] si se puede pagar el dinero ese allá, yo trabajando, si me dan un trabajo allá y yo trabajando le puedo pagar, me salía más fácil”, explicó en referencia a un anuncio que vio en redes sociales.
Cruz, habla resignado ante la grave crisis económica que atraviesa la isla antillana. “Tú trabajas el día entero y no tienes para salir a comprar la comida que necesitas para el día”.
A modo de alerta, la abogada de inmigración Claudia Bernal, habló con la VOA sobre la ingenuidad, necesidad y urgencia de las personas que dejan atrás su país, que sirven de pasto a los estafadores. Además conversó sobre el riesgo que afrontan de perder el dinero y algunas atribuciones del patrocinador.
“No es necesariamente una responsabilidad económica, estamos hablando de un compromiso que asumen estas personas de que si por ejemplo el patrocinado es requerido, se le requiere presentarse ante las autoridades de USCIS, el patrocinador se hará responsable de que esto se dé, de que cumpla con ciertas reglas de conducta, dijo.
Pese a que no existe norma que impida cobrar por asumir este rol para preparar una solicitud, las autoridades migratorias advierten que este es un documento firmado bajo juramento, con posibles consecuencias legales.
No obstante, USCIS aclara en una de sus disposiciones tras anunciar la novedosa vía migratoria: “Si incluye en esta declaración jurada de patrocinio económico cualquier información a sabiendas de que es falsa, podría estar sujeto a un proceso penal conforme a las leyes de Estados Unidos”.