En los últimos cuatro meses, el número de migrantes venezolanos ha aumentado un 5 %, según datos que maneja la ONU, pasando de 6,8 millones a 7,1 millones, sin embargo, para el Observatorio Venezolano de la Diáspora, esta cifra realmente asciende a 7,5 millones, tomando en cuenta a los ciudadanos que salieron del país desde 2013.
Prensa de Lara | Ana Uzcátegui
La ONG afirma que ni la política de visas aplicada por un centenar de naciones ni el proceso de parol humanitario que aplica la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desde el 12 de octubre para los venezolanos, ha impedido que sigan saliendo del país porque las condiciones de emergencia humanitaria compleja persisten.
«La migración no se va a frenar porque la situación no ha mejorado en Venezuela. El dólar paralelo se ubicó el viernes 09 de diciembre en 18.26 bolívares. Lo que representa que solamente en la primera semana de diciembre la devaluación del bolívar fue de 35%. A pesar de que hay una economía dolarizada, el país sigue registrando una inflación que ronda el 200% anual. Es un país que no tiene reservas internacionales y que no ha podido sostener una política cambiaria de inyectar dólares a los bancos para mantener el precio de la divisa estadounidense artificialmente estable en 4.30 bolívares, que era el precio cuando el Gobierno de Maduro aplicó la tercera reconversión monetaria en octubre 2021», expresó.
Aunado a esto, el sociólogo argumenta que las fallas en los servicios públicos se mantienen y esto también es un motor que impulsa el éxodo de criollos. Según el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos, el 58,9% de los venezolanos hasta mayo valoraban negativo el servicio de agua potable que recibía por la falta de suministro continuo y por las deficiencias en su potabilización. En cuanto al servicio eléctrico, el 56% del país sigue registrando cortes eléctricos casi a diario.
«En Caracas, que es un lugar privilegiado, la gente puede pasar 60 horas sin luz porque el servicio eléctrico está fallando, pero es que el agua también está fallando. Hay quienes están haciendo inversiones en pozos, están buscando mecanismos para resolver su problema, pero eso no da respuesta a la mayoría porque hacer un pozo cuesta unos cuantos miles de dólares. Otro tema es que en efecto la economía se ha movido un poco, según estimaciones de Fedecámaras y Conindustria, el crecimiento económico del país puede estar entre 8 a 10% este año, pero eso significa que si Venezuela fuera una persona que pasó de pesar 100 kilos a 20 kilos, ahora con esta leve recuperación está pesando 30 kilos. Es una mejoría que dista mucho a la adecuada», resaltó.
Un tercer factor es la cantidad de visas que piden países de Latinoamérica. «Este tipo de controles lo que ha desatado es el trabajo de organizaciones que operan en el delito, como el tráfico de droga, prostitución, trata de personas, y los migrantes venezolanos por su vulnerabilidad son un blanco fácil para estos delitos. Los controles migratorios que aplican los países sólo ralentizan la migración criolla, pero no la han podido frenar», explicó.
Afirma que con el parol humanitario que decretó EE. UU. hace dos meses, la migración lo que hizo fue cambiar de rumbo. Disminuyó la cantidad de criollos que arriesgaban su vida atravesando la inhóspita Selva del Darién en Panamá. Según el Servicio Nacional de Migración (SNM) de este país, hasta el 30 de noviembre se registró el paso de 16.632 migrantes irregulares por el tapón del Darién que divide la frontera con Colombia. En octubre hubo un flujo de 59.773 migrantes por esa zona.
«Si bien ya los venezolanos no encabezan la lista de los que arriesgaban su vida por el Darién, no han dejado de emigrar hasta Trinidad y Tobago, Guayana, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile o hacia Uruguay, este último país ha recibido muchos venezolanos en los últimos dos meses. Son cerca de 30 mil criollos los que ahora hay en esa nación pequeña de tres millones de ciudadanos, cuando en 2021 había unos 16 mil migrantes venezolanos solamente», precisó.
Por la inestabilidad económica y política que han tenido países como Argentina y Perú en estos últimos meses, también se ha contabilizado un desplazamiento de venezolanos, pero hacia países de Europa, según el Observatorio Venezolano de la Diáspora.
«El asunto de la estimación de las salidas de venezolanos por la frontera colombiana está un poco difícil de contabilizar porque como la frontera está abierta, la gente se desplaza a asuntos comerciales y con más libertad. Sin embargo, los puntos de observación migratoria que tiene el Centro de Investigaciones Populares, que son puntos migratorios porque son casa de acogida de la Iglesia Católica, centros de refugiados, nos dicen que aunque bajó significativamente la afluencia de venezolanos se mantiene la movilización de familias que migran en extrema pobreza. En estos refugios de Colombia se reciben entre 10 y 12 familias venezolanas al día, cuando hasta septiembre se estaban recibiendo entre 30 y 40 familias», contó a La Prensa Alexander Campos, sociólogo e investigador en migración.
Se espera que a partir del 21 de diciembre la diáspora de venezolanos vuelva a repuntar, porque es la fecha límite en que un juez federal de Estados Unidos dio plazo para dejar de aplicar el Título 42, norma por la que EE. UU. ha estado expulsando a migrantes indocumentados utilizando como pretexto la pandemia, desde que gobernaba Donald Trump.
Según estimaciones de Patricia Andrade, abogada y fundadora de la ONG Raíces Venezolanas en Miami, en la Frontera Norte de EE. UU. con México esperan más de 1000 venezolanos para ingresar a Estados Unidos, luego que el 17 de noviembre el juez federal, Emmet Sullivan, bloqueara el Título 42 con el que fueron deportados en octubre cerca de 1700 venezolanos, luego de decretarse la nueva política migratoria del gobierno de Joe Biden.
Según han publicado medios internacionales, familias enteras de venezolanos con niños y abuelos aguardan en carpas en zonas como Ciudad Juárez a orillas del río Bravo y bajo la cercanía de las redes de coyotes.
«Ellos están esperando que levante el Título 42 para entrar, pero algunos se desesperan y deciden cruzar la frontera antes», expresó. El desespero viene porque la gran mayoría se encuentra varado en México desde hace dos meses, y porque autoridades migratorias de ese país han desalojado esas carpas bajo la excusa de que puede haber riesgo de incendios.
«2.4 millones de personas han sido expulsadas de EE. UU. bajo el Título 42 desde que se empezó a aplicar con Donald Trump en 2020. Ha habido voces muy disidentes en la forma como se estaba aplicando esta política migratoria; de hecho, la solicitud de bloqueo provino de la Unión de Estadounidenses de Libertades Civiles (ACLU), que es una unión de personas que trabajan por las libertades civiles junto con un grupo de defensores mayores, migrantes y familias. Ellos buscaban que sea anulado este título, y eso se logra ahora. Lo que estamos esperando es conocer cuáles son las políticas que va a implementar la administración de Biden para frenar el gran flujo de migrantes que sigue habiendo de todas las nacionalidades y que han sido un costo político para este gobierno en estados como Texas o Florida», comunicó Cioly Zambrano, magistrada en el exilio.
Según el portal web de CNN en español, desde el 17 de noviembre que se bloqueó el Título 42 ingresan diariamente por la frontera de EE. UU. unos 100 venezolanos, eso representa un descenso de 90% en comparación con septiembre.
Aumentan solicitudes de refugio
Buena parte de los venezolanos que quedaron varados en México el 13 de octubre tras el decreto del parol humanitario para los criollos, han decidido solicitar refugio en el país azteca. Según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), hasta noviembre habían recibido 12.998 solicitudes de refugio de venezolanos. La nacionalidad que más solicitudes de este tipo ha hecho es Honduras con 29.390.
«Al lograr el estatus de refugiados en México, los venezolanos pueden circular legalmente sin que autoridades de migración los detengan, pero muchos están teniendo problemas para conseguir un empleo formal porque la gran mayoría no cuenta con pasaporte vigente ni cédula de identidad vigente, y las compañías mexicanas se cuidan mucho de contratar a personal extranjero sin sus papeles de documentación en regla. También es un problema para que criollos puedan abrir una cuenta bancaria», indicó el abogado Francisco D’Angelo, director de la ONG de derechos humanos Venezolanos en México (Venemex).
Más de 14 mil solicitudes listas
De 24 mil solicitudes humanitarias que va a otorgar Estados Unidos a venezolanos que consigan un patrocinador y puedan ingresar por un aeropuerto y sin poner en riesgos sus vidas, ya van 14 mil solicitudes aprobadas, según reseñó el 8 de noviembre el portal digital de CNN en Español.
«El procedimiento para aprobar el parol humanitario a venezolanos puede durar hasta 90 días. Pero la gente está desesperada y vuelve a aplicar. Yo lo que le digo a los venezolanos es que no apliquen nuevamente porque colapsan el sistema, porque al hacer repetidas aplicaciones hace que los oficiales tengan que trabajar a revisar», contó la abogada Cioly Zambrano.
Proceso de asilo tarda cinco meses
De 24 mil solicitudes humanitarias que va a otorgar Estados Unidos a venezolanos que consigan un patrocinador y puedan ingresar por un aeropuerto y sin poner en riesgos sus vidas, ya van 14 mil solicitudes aprobadas, según reseñó el 8 de noviembre el portal digital de CNN en Español.
«El procedimiento para aprobar el parol humanitario a venezolanos puede durar hasta 90 días. Pero la gente está desesperada y vuelve a aplicar. Yo lo que le digo a los venezolanos es que no apliquen nuevamente porque colapsan el sistema, porque al hacer repetidas aplicaciones hace que los oficiales tengan que trabajar a revisar», contó la abogada Cioly Zambrano.