La ‘oligarquía’ tecnológica de EEUU recibe con brazos abiertos a Trump y todo su ideario

Redaccion El Tequeno

La élite de multimillonarios de Estados Unidos, encabezada por los líderes de Silicon Valley, ha recibido con los brazos abiertos el segundo mandato de Donald Trump, con un ostentoso apoyo económico y respaldo a sus ideas anti ‘woke’ (progresista, en español) sobre la inclusión de las minorías, la censura o los monopolios.

Se espera que el idilio político entre Silicon Valley y el presidente electo quede patente en el acto de investidura, donde los ejecutivos de Tesla, Amazon y Meta, hombres más ricos del mundo y patrocinadores del evento, se sentarán cerca de Trump, sus miembros de Gobierno, legisladores y expresidentes.

No es inusual que grandes empresas y magnates contribuyan a un acto de investidura, pero el récord de 170 millones recaudados hasta ahora para la toma de posesión de Trump contrasta con los 62 millones de Biden hace cuatro años, según datos de la Comisión Federal Electoral.

La lluvia de millones de la jornada trasciende a las llamadas ‘Big Tech’, y una vez empiece el curso político, numerosos aliados ultrarricos de Trump participarán en su Administración al frente de agencias o como asesores, una situación sobre la que alertó el presidente saliente, Joe Biden, en su último discurso.

«En estos momentos, se está gestando una oligarquía en Estados Unidos construida sobre una concentración extrema de riqueza, poder e influencia», afirmó el demócrata, preocupado por el futuro de «la democracia, los derechos y libertades fundamentales, y la igualdad de oportunidades».

La primera prueba de que el acercamiento a Trump está dando frutos la representa Elon Musk, que gastó unos 270 millones en propulsar la candidatura del republicano y ahora se ha convertido en su mano derecha.

Entre los réditos de esta alianza está su designación como codirector de la nueva agencia de eficiencia gubernamental (DOGE), con la que supuestamente pretende ‘adelgazar’ la administración.

Desde su posición, Musk, propietario de X, ha usado su influencia para alimentar la llamada ‘guerra cultural’ de los conservadores de EE.UU. contra las ideas ‘woke’ de diversidad, igualdad e inclusión (DEI, por su sigla en inglés), y contra una corrección política que tilda de censura.

Viraje a la derecha en la ‘guerra cultural’
Esa cruzada de Musk, que comparte con Trump, se está reflejando en un viraje a la derecha entre las grandes tecnológicas, cuyos jefes han pasado de ser enemigos del político a allanarle el terreno reuniéndose con él, ofreciéndole la mano y aplicando cambios en sus políticas corporativas para dar cabida a opiniones hasta ahora consideradas inadmisibles en nombre de la libertad.

Por ejemplo, Meta ha desmantelado sus políticas DEI y eliminado la verificación independiente de contenidos para aplicar un sistema de notas comunitarias similar al de X; su jefe, Mark Zuckerberg, en un vídeo, consideró las elecciones en EE.UU. «un punto de inflexión cultural hacia la priorización de la libertad de expresión».

Amazon también adoptó la línea ideológica de Trump, eliminando medidas inclusivas para empleados LGTBQI y de minorías raciales, y sumándose a otras que han hecho lo propio fuera de este sector, como Walmart, McDonald’s, Boeing o Ford.

El fundador de Amazon, Jeff Bezos, enterró el hacha de guerra con Trump y declaró «optimismo» por su afán desregulador; su diario, The Washington Post, dejó de apoyar candidaturas políticas y hace poco censuró una viñeta que satirizaba la devoción de los magnates tecnológicos hacia el presidente electo.

El líder de la financiera Goldman Sachs, David Solomon, constató el pasado miércoles en una conferencia ese «giro importante en la confianza de los CEO, particularmente tras los resultados electorales en EE.UU.», y aludió a un «contexto regulatorio en mejora» en el que otros también tienen altas expectativas.

Meta y Alphabet, entre otras, han sido perseguidas por parte de las autoridades antimonopolio durante la Administración de Biden, una etapa no muy fructífera para las operaciones de fusión y compra -que suelen ser muy lucrativas para el sector financiero- debido a las cortapisas demócratas a la concentración empresarial.

Otros donantes tecnológicos de la investidura, Microsoft y OpenAI, han expresado interés en acuerdos para el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), justo cuando empieza a aumentar la demanda de energía para sostener los centros de datos que alimentan esa tecnología, en la que EE.UU. busca ser líder.

EFE

Next Post

Foro Penal registra 1.687 presos políticos en Venezuela

La ONG de Venezuela Foro Penal registró 1.687 personas arrestadas por motivos políticos, según un boletín informativo compartido este viernes 17 de enero. A través de X, la organización detalló que, del total de detenidos, 1.474 son hombres y 213 mujeres, entre los cuales hay 1.683 adultos y cuatro adolescentes […]